La familia Lara Hernández cumple como cada año una promesa a la Virgen de Guadalupe.
Desde el medio día, trata de ofrecer un pequeño refrigerio a los corredores que transitan por la calle principal de Tixkokob, camino a su destino en las peregrinaciones. Esta vez, en un día con crespones de luto por una tragedia en carretera.
Cada 11 de diciembre, llueva, truene o relampaguee, Antonio Lara Contreras elabora guisos para luego preparar, con su esposa Maribel Hernández Sabido, tortas y tacos que degustan en una parada amena, que representa un break para los peregrinos.
El menú de este año consistió en tortas y tacos de cochinita y relleno negro, cuya elaboración arranca desde la madrugada. La horchata no podía faltar.
Tixkokob vivió un día de luto por el trágico accidente sufrido por un grupo de antorchistas de la villa en la carretera a Campeche. Tres peregrinos nativos del pueblo habían perecido en el accidente y era tema obligado de las tertulias.
“Cada año agradecemos a la Virgen por estar aquí y nuestro compromiso propio es dar refrigerio y alentar a los peregrinos que pasan por la calle hacia sus destinos. Que Dios les bendiga en el camino. Nosotros aquí estaremos año con año, mientras la Virgen quiera”, comentó Antonio Lara. “Y ya ven hoy, estamos tristes por lo ocurrido en Campeche”.
No son los únicos que realizan está loable labor en el pueblo. Otros proporcionan agua, espacios en sus baños.
“Las horas invertidas merecen mucho la pena. Es hacer algo por los demás”, señala Lara Contreras.






