Un integrante del grupo comunitario Las Chelemeras, en sus labores de la restauración de 10.6 hectáreas de zona de manglar en los alrededores del ex basurero municipal
Un integrante del grupo comunitario Las Chelemeras, en sus labores de la restauración de 10.6 hectáreas de zona de manglar en los alrededores del ex basurero municipal

PROGRESO.– Los manglares son mucho más que árboles junto al mar: constituyen barreras naturales que protegen a las comunidades costeras frente a huracanes e inundaciones, capturan enormes cantidades de carbono que ayudan a mitigar el cambio climático y sirven de refugio a numerosas especies marinas y aves.

Sin embargo, este ecosistema vital se encuentra en riesgo por la expansión urbana, la contaminación y la pérdida de hábitat. Ante este panorama, la conservación y el rescate de los manglares se vuelven tareas urgentes y necesarias.

En Progreso, un esfuerzo conjunto entre autoridades municipales, instituciones académicas y grupos comunitarios impulsa la restauración de más de diez hectáreas de manglar en la Reserva Estatal de Ciénagas y Manglares de la Costa Norte, con acciones que buscan devolverle vida a la zona y fortalecer la protección natural de la costa yucateca.

En seis semanas de labores iniciadas el pasado 9 de julio, la Dirección de Catastro y Zofemat, encabezada por Luis Miguel Palma Remes, junto con el Cinvestav-Mérida, la ENES-UNAM Mérida y el grupo comunitario Las Chelemeras, avanzan en la restauración de 10.6 hectáreas de manglar en los alrededores del ex basurero municipal, dentro de la Reserva Estatal de Ciénagas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán.

Los manglares mitigan el cambio climático y sirven de refugio a numerosas especies marinas y aves
Los manglares mitigan el cambio climático y sirven de refugio a numerosas especies marinas y aves

A un mes y medio de iniciado el proyecto se ha logrado:

  • Apertura de 620 metros de canales, equivalente al 45% del total programado.
  • Avance del 30% en la construcción de centros de dispersión para la reforestación.
  • Identificación de sitios para recolectar plántulas de mangle.
  • Preparación del terreno para habilitar un manantial artificial de agua dulce.

Este esfuerzo, impulsado por respaldo científico del Laboratorio de Producción Primaria del Cinvestav-Mérida y ENES-UNAM Mérida, junto con la voluntad comunitaria de Las Chelemeras, representa un paso firme hacia la recuperación del patrimonio natural de nuestro municipio, se indica en una publicación del Ayuntamiento en redes sociales.

Importancia del rescate de manglares

Los manglares son ecosistemas de alto valor ambiental, social y económico. Representan una barrera natural contra tormentas e inundaciones, pues reducen la altura de las olas entre un 13% y un 66% si cuentan con una franja de 100 metros de ancho, y entre un 50% y un 100% si esta tiene 500 metros.

Además, actúan como sumideros de carbono extremadamente eficientes, capturando hasta cinco veces más carbono por unidad de área que bosques terrestres, lo que ayuda a mitigar el cambio climático.

También brindan hábitat a una gran variedad de especies, muchas de ellas esenciales para la pesca, la biodiversidad y el equilibrio ecológico.

En Yucatán, los manglares son sumamente significativos: la Península concentra alrededor del 60% de la cobertura nacional en México, posicionando al país en el cuarto lugar a nivel mundial con el 6% del total global.

Sin embargo, este ecosistema enfrenta severas amenazas: se calcula que la entidad ha perdido hasta un 30% de sus zonas de manglar, entre 20,000 y 40,000 hectáreas, a causa principalmente de la expansión urbana, obras civiles y acuicultura.

La Reserva Estatal de Ciénagas y Manglares de la Costa Norte de Yucatán, donde se realiza este proyecto, forma parte de un corredor biológico que conecta importantes áreas protegidas, catalogadas incluso por la Convención Ramsar.

Alberga decenas de especies endémicas y en riesgo, y su conservación es clave para mantener ciclos hidrológicos, biodiversidad y resiliencia climática.

¿Y si desaparecen los manglares?

La desaparición de los manglares derivaría en una serie de consecuencias, entre ellas:

  • Mayor vulnerabilidad ante huracanes e inundaciones, con pérdidas más severas de infraestructura y vidas humanas.
  • Aumento de emisiones de gases de efecto invernadero, al dejar de capturar carbono o liberar el ya almacenado.
  • Disminución de pesca y biodiversidad, afectando fuentes de alimentación y medios de vida locales.
  • Y pérdida de servicios ecosistémicos, como purificación de agua, protección costera, regulación del clima y mantenimiento de hábitats críticos.

La restauración es clave y por eso iniciativas como la que se lleva al cabo en el municipio Progreso, respaldadas por ciencia y comunidad, son fundamentales para frenar la degradación, recuperar ecosistemas y asegurar un patrimonio natural para futuras generaciones.

Hipólito Pacheco Perera es Licenciado en Gastronomía.Tiene 29 años de experiencia en el periodismo. En 2019 se incorporó en una segunda etapa a Grupo Megamedia. Sus temas de especialidad son relacionados con las comunidades de interior del Estado, gobierno y política.