(Primera Columna publicada el 6 de mayo de 2010)
A poca distancia ya de las elecciones, la oficina matriz del Movimiento Mundial contra la Mafia busca redondear el voluminoso expediente que ha reunido sobre la trayectoria del PRI desde su fundación en 1929 hasta la novísima era de los dinosaurios rojos.
Turnada la solicitud correspondiente al embajador del Movimiento en Mérida, Vittorio Zerbbera, éste, a su vez, ha pedido a César Pompeyo y al reportero una lista de las fortalezas y las debilidades del PRI de cara al 16 de mayo. Hoy nos referiremos a los puntos fuertes relacionados en el informe estrictamente personal que el veterano cerverista ha rendido al docto italiano:
“Finanzas: el lema auténtico de la campaña por la alcaldía meridana y las diputaciones, según el vulgo, es “Dinero: como te quiero”, porque el PRI tiene todo el dinero que quiere. Esta vulgaridad está amparada por fotografías de autobuses, taxis, carteleras, imágenes, batucadas y alcoholímetros. Además: un mapa de los terrenos de Ucú, incluyendo el filete de Felipe; dos copias del permiso para contratar un préstamo de 1,800 millones de pesos, obsequiado por el Congreso a la gobernadora; un desglose inédito de los gastos del gabinete, fuera de presupuesto, y onerosa relación de otras fuentes de ingresos.
“Alquimia: reputado cuerpo de asesores en química, herrería y cosmetología electoral, con vasta experiencia en la canalización de sufragios. Experiencia avalada por los éxitos obtenidos por tales para cuales expertos en el Estado de México, Nuevo León y otras entidades del país. Es la llamada “infraestructura”, derivada de inframundo según la etimología comicial.
“Migración: un ejército de voluntarios, debidamente acreditados, con una capacidad de movilización que permite situarlos en cualquier casilla a la primera llamada, con el auxilio inmediato de los gremios del transporte urbano.
“Ipepac: en campos neutrales se considera que el Instituto de Procedimientos Electorales sin Participación Ciudadana es una filial del partido, con instrucciones y poderes para garantizar el funcionamiento expedito del lema, la alquimia, la migración y el desvío, rotación o traslación de boletas.
“Ignorancia: demostrada efectividad en atraer, mediante estímulos en efectivo o en especie, la adhesión de ciudadanos de tercera que no tienen nociones de la historia del partido desde su fundación hasta la nueva era de los dinosaurios rojos, denominación que, objetada por el PRI, está en trámite en el Instituto. Insinuaciones intimidatorias suelen domesticar a los reacios.
“Amnesia: personas dispuestas a olvidar o negadas a recordar el apostolado político priísta de 80 años en beneficio de los capos y capitostes del partido, de las autoridades consanguíneas, de los líderes sindicales y, algunas veces, de Yucatán. La reducción de los amnésicos al olvido total suele requerir, en plata y palabra, de una inversión mayor que la necesaria para la explotación y capitalización de la ignorancia.
“Exención: los miembros del partido, simpatizadores y compañeros de viaje están exentos de principios y convicciones. La exención, vitalicia, irrevocable, tiene carácter de intransmisible: sin esta renuncia intelectual y moral no es posible ingresar en el PRI. Hay que despojarse de las creencias a las puertas del partido, como los mahometanos se quitan los zapatos en el umbral de la mezquita.
“Individualismo: número indefinido de yucatecos que ven en la política un instrumento de satisfacción personal. Buen candidato, buen gobernante, es quien me ayuda, me visita, me consiente y me regala, aunque a mis vecinos y a los demás yucatecos se los lleve el tren con sus vagones. De cuidados ajenos están los perros flacos. Su filosofía es que todos se vayan a la porra, menos yo. Un personalismo con frecuencia espontáneo, inconsciente, fomentado por quienes tienen conciencia pero no se dan por enterados”.
Previa lectura de los mencionados puntos fuertes del PRI, y consultado por el doctor Zerbbera, el reportero se pronunció en desacuerdo total con las opiniones exclusivas de César Pompeyo: “Es un muestrario de antigüedades con valor bursátil escaso. Vestigios del pasado. Polvo de aquellos lodos”.
—Vestigio, polvo o lodo —recapituló don César—, lo cierto es que árbol que crece torcido jamás su tronco endereza, pues hace naturaleza el vicio con que ha crecido.— Mérida, Yucatán, 5 de agosto de 2010.