El arquero, clave en el éxito ciervo, pide tranquilidad
Para muchos fue el hombre del partido. Pero eso de ser la estrella a Armando Navarrete no le quita el sueño, menos a estas alturas de una temporada en la que hubo muchos héroes vestidos de amarillo y verde.
“Esto es trabajo de todo. A mí solo me tocó aportar mi granito de arena para el equipo y lo más importante es que se dio el resultado”, dijo Navarrete García, cuya experiencia de casi dos décadas jugando en el profesionalismo salió a relucir.
A inicios, detuvo un trayazo que se iba al arco, metiendo el cuerpo. Y en el final, una desviada a una mano salvó a los ciervos de lo que pudo ser un 1-1 de resultados complicados.
Pero el arquero de 38 años de edad señala que “no podemos festejar nada todavía, estamos a medio tiempo. Sigue lo más importante que es ir a jugar el segundo partido a casa de ellos”.
El sueño, sin embargo, se mantiene intacto para él y todos en los Venados.
“En el torneo regular cada día soñábamos con salvarnos y luego con llegar a la liguilla. Eso contagia a todos en el equipo, iremos, como dijimos muchas veces, como si fuera cada partido una final”.
Ayer, los Venados tuvieron día libre con el fin de descansar y mantenerse en forma, en relajación.
Hoy volarán a las 8 de la mañana a Ciudad de México para de allí trasladarse a Zacatepec, sede del choque de vuelta, mañana domingo a las 5 de la tarde.— Gaspar Silveira Malaver
