El fallecido Roberto Tapia Contreras

Los legados son aportes grandes a la tauromaquia

Amigos aficionados…

Quizá golpeados anímicamente por lo que representó el repentino deceso del buen amigo Roberto Tapia Contreras, un hombre al que la tauromaquia peninsular le debe mucho, nos llegan a la mente momentos que seguramente serán duros, o un auténtico claroscuro, para quienes gustan de guardar, archivar, coleccionar, algo relacionado con sus aficiones y sus grandes pasiones. En este caso, nos toca la maravillosa fiesta brava.

De unos meses para acá, colaboramos mano a mano con Eduardo Puerto para la realización de algo que consideramos es una verdadera obra de arte: un libro sobre la Plaza de Toros Mérida, que ya rebasó nueve décadas de haber abierto sus puertas.

Y todo lo que en el primer párrafo dice, se debe a lo que encontramos de valor en el compendio que está a punto de completar su edición para llegar al público muy pronto, primero Dios.

Tapia tenía un acervo de miles de fotos y vídeos, de lo que usted pudiera imaginar (o tal vez ni lo podría imaginar). Iba de un lado a otro, de feria en feria, de pueblo en pueblo, de tablado en tablado o plaza de mampostería. Hasta los rincones más inhóspitos o los más famosos, a ver a los toreros más humildes o a las grandes figuras.

Pero allí estaba nuestro querido “Gordo” con su cámara fotográfica o de vídeo colgada al hombro.

Como Eduardo hace con su “Rincón Taurino Burladero de Sin Sin”, que colecciona cualquier objeto que considera de valor para ya tener un auténtico museo.

Igual Antonio Rivera, que ha podido mostrar en su “Ronda Taurina” parte del valioso acervo, especialmente en libros con temática del toro, de la historia de la Fiesta y tratando siempre de velar por la cultura taurina en su defensa legítima.

Cada uno de un tema distinto, pero siento que los aportes de los tres, y de todo aquel que tiene algo para recordar en sus archivos personales, son fundamentales para que esta Fiesta tan bella pueda seguir cultivándose. Tristemente, cada vez son menos quienes se toman esa tarea de coleccionar. Si nuestros hijos…

El parón por el coronavirus nos dio un aldabonazo muy fuerte a los que esperábamos con ansia el inicio de la gran temporada española, que seguimos por televisión. Pero, ante ese freno, los portales y muros de “Face” que generalmente sirven para reportar incidencias desde las plazas, están sacando de su archivo verdaderos tesoros. Faenas memorables de figuras del toreo de todas las épocas, desde el sobrio blanco y negro hasta el increíble color. Hace poco vi a Antoñete lidiando a “Atrevido”, el toro blanco de Osborne, todo un poema para los anales de la Fiesta.

Ya viejo, Antonio Chenel con su mechón blanco, vino a la Plaza Mérida para torear un festival. Y su foto en el albero de Reforma es una de las reliquias que han pasado por nuestros ojos en esta recopilación que preparamos, igual que Manolete, El Cordobés, El Viti, los Armillita, los Silveti… Y mucho más, de todas las épocas.

Tapia y Puerto, igual que Rivera, nos hicieron aportaciones, igual que otros grandes aficionados a los toros que tenemos en Yucatán. De verdad: ¡grandes!

Por ello, recordar al amigo que perdimos hace un par de días duele más. Porque su vida eran los toros y porque dio mucho, sin celo, sin siquiera pedir algo a cambio, para el crecimiento de la Fiesta. Su lujo, entre mucho que tuvo para presumir, fue una foto con José Tomás, “mi torero”, como decía sobre el “Príncipe de Galapagar”. Tenía su genio, claro, y no a todos les era agradable o favorable, pero no a todos podemos caerles bien.

Sigamos viviendo de los recuerdos y, si podemos, coleccionemos también. Algún día alguien lo agradecerá. Nos saludamos aquí el siguiente jueves. Gaspar Silveira Malaver

 

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