Entre recuerdos y momentos por y para La Fiesta
Amigos aficionados…
Esto del coronavirus va para más largo de lo que teníamos previsto. Eso creemos de acuerdo con lo que reportes médicos sensatos nos dicen.
Por el virus, era de esperarse, se pospusieron ferias en todos lados y otras que venían cerca igual están tambaleándose. En estos días los de la famosa fiesta de Pomuch suspendieron la suya, los de Hecelchakán igual. Así que Campeche estará esperando meses para saber qué pasará. Es un duro golpe porque son cornadas a la economía que se mueve en torno al toro.
E igual que se nos muere gente por la misma causa. Uno fue Borja Domecq Solís, el patriarca de Jandilla, golpeado soberbiamente por una neumonía. Jandilla es un referente en la cría del toro bravo. De la sangre Domecq, claro, de donde provienen la mayoría de los principales hierros españoles de prestigio. Además, gran hombre en lo personal.
Nos mandó un mensaje Antonio Rivera, que pudo conocerle hace algunos años en sus andanzas en la ruta del toro bravo: Era muy buena persona. Lo conocí, la pasamos formidable dos días en la finca. Un día te contaré. ¡Qué triste noticia!
Pues sí. Muy triste, como la actual época que estamos viviendo en el mundo. La gente del toro fue la primera en cuadrarse en contingencia.
Pues con menudo plomazo que tenemos, las ferias de España no sufrían un parón así desde 1918, cuando dijo presente la mortífera epidemia de gripe que acabó con más de 50 millones de persona en el mundo. Ni la Segunda Guerra Mundial ni la Guerra Civil Española detuvieron la actividad.
Y mientras… Pues el tiradero literal de revistas tratando de matar el tiempo sin perder la calma (ando casi en cuarentena por recomendación médica).
¡Qué padre es el poder ver aquellas publicaciones! “El Juli” casi niño, Talavante que se abría paso, José Tomás en sus genialidades de “me voy, regreso”.
Y, reiterado lo de la semana anterior, vídeos que aparecen en las redes. Me agradó mucho volver a toparme con la tarde en que Iván Fandiño se tiró a matar a cuerpo limpio en la Plaza De Las Ventas de Madrid. Una heroica labor del malogrado torero vizcaíno. Y me llevó a la tarde en que actuó en la Plaza Mérida con su terno lavanda y oro tenue.
Para mí fue una de las mejores faenas de derecha que he visto en vivo.
Igual otros lo han hecho en Madrid. Uno, Joselito Adame, en un alarde de valentía y heroicidad.
Pero a Fandiño le mató un toro. Y ahora vive en nuestro recuerdo.
Esta época de forzado asueto, nos da nostalgia y recordamos muchas cosas y a nuestros héroes. Uno de ellos es Fandiño.
Nos saludamos la próxima semana.— GASPAR SILVEIRA
