Le queda a Miguel Medina Gutiérrez una sensación de nostalgia cuando recuerda con el Diario la parte de su vida quedará para la historia del deporte yucateco.

“A veces lo pienso y me digo: ‘sí, fui el primer yucateco en participar en unos Juegos Olímpicos. Y también el primero que fue dos veces’”, relata el retirado atleta, recordando la épica actuación suya en las Olimpiadas de México-68, y luego repetir en Múnich-72.

No gané medalla, pero gracias a Dios, hoy en día donde voy, me recuerdan por ser el que abrió la brecha, el primero que hizo sacrificios grandes, sin nada de lo que hay ahora”.

Te podría interesar: París 2024: Marco Verde avanza a la final y peleará por la medalla de oro

Miguel Ángel Medina Gutiérrez (3 de octubre de 1940, Mérida) convalece de una cirugía reciente del Síndrome del Túnel del Carpo, un mal que hace que las manos se le entuman y pierdan fuerza.

“Si te pones a ver, comencé en las pesas en 1957, y me retiré en 2012, son más de cincuenta años de trabajo, y pues eso es lo que estoy viviendo ahora con este síndrome. Pero me trae grandes recuerdos, me pongo a ver en la tele las Olimpíadas y dices: ‘Maaare, yo estuve allí’”.

YouTube video

Único pesista mexicano que ha ido dos veces a las olimpiadas

Es el único pesista mexicano que ha ido dos veces a la justa y nada le daría gusto que ver a otro yucateco, o yucateca, compitiendo en la justa. “Tenemos muchos jovencitos con talento. Josué Medina se quedó cerca de dar las marcas. Yo le digo que no se desespere, me tocó ir a los 28 años a México-68 y con 32 fui a Múnich”.

¿Cuál es la clave? Yo comencé en el 57 a levantar pesas y 11 años después di las marcas para México. Es un mundo de sacrificios, tienes que tomar muchas decisiones. No es nada más estar allá, o decir que lo harás es toda tu vida que das para poder alcanzar la meta”.

Olimpiadas del 68, experiencia sangrienta

Le tocaron dos experiencias sangrientas en sus participaciones: en 1968, la masacre de Tlatelolco, y en 1972, la matanza de atletas israelíes. Me tocó la mala fortuna, porque es un mal recuerdo eso, entre todo lo bonito que se vivió como parte de unos Juegos Olímpicos”.

Y la vida en el deporte le ha dado tanto, que, afirma, “no puedo menos que sentirme orgulloso de cada paso que di, cada punto de sacrificio. Tengo familia, trabajé toda mi vida en el deporte, cada que vienen unos Juegos Olímpicos sale tu nombre a relucir como el primer yucateco que compitió….

…Mira: cuando lo de Múnich, nos mandaron a París, antes de ir a México de vuelta. Aunque querían irse de copas, les pedí aprovechar para hacer un tour nocturno, diciendo ‘que tal que nunca regresemos’. Me paré junto a la Torre Eiffel, fuimos a la catedral de Notredame, a los Campos Elíseos. Y pues yo nunca volví a París, y ahora en la tele todo eso aparece, y yo estuve allí hace más de cincuenta años”.

Un brindis con un vaso de Coca bien helada y muchos recuerdos más de un yucateco histórico. Nos perdimos, por ahora, la oportunidad de jugar una mano de billar, como cada que le visitamos. Sin fuerza y con dolor en las manos, espera que en unas semanas pueda seguir llevando una vida de legado grande.— Gaspar Silveira