política

Cosas que pasan

Manuel Antonio Alcocer Hernández (*)

Este nuevo estilo de hacer política que pusieron en boga las autoridades electorales y que comprende una precampaña con muchos candados como para calificarla de antesala de una campaña ha mantenido en suspenso a precandidatos y a sus equipos, y un tanto inquietos a los aspirantes que, en términos de béisbol, quedaron ponchados.

Inquietos porque aún tienen la muy lejana esperanza de ser nominados a algún puesto, aunque no sea el que soñaron cuando estaban viviendo la carrera por la gubernatura esperando que su gallo fuera el nominado. Los que soñaban con una diputación federal quizá reciban de premio de consolación ser abanderados para una curul estatal y a ver si ganan la elección porque en política lo importante no es ser candidato. Hay que ganar la elección y hacer un buen trabajo.

Algunos de los que están tronándose los dedos son relativamente nuevos en este quehacer y otros ya tienen mucha lona recorrida y creen que por eso se merecen otra oportunidad de continuar en el circo de tres pistas que con eso se puede comparar a quienes aún están soñando.

“Si no es una es otra”, piensan con una tonelada de dudas. (Perdón por no utilizar los términos “las” y “los”, pero en la escuela aprendí de otra manera. Y utilizando “los” abarco en lo general a hombres y mujeres). A estas alturas del proceso, ya saben bien los dirigentes partidistas quiénes serán precandidatos a presidentes municipales y diputados locales, mientras se resuelven desde México las diputaciones federales y las senadurías para ya tener cada partido sus abanderados en los más de 3,000 puestos de elección popular que estarán en juego el primer día de julio de 2018.

Y en los institutos políticos se maneja como secreto de Estado lo que ya se sabe y se pelea sin dar cuartel lo que está pendiente, cuya resolución obedece más a padrinos bien posicionados que a la preparación de quienes pretenden llegar a esas alturas.

En los eventos a los que acude el gobernador, cualquiera que este sea, están los que aún guardan esperanzas de obtener la bendición del dedo elector. Se muestran con una sonrisa permanente y saludan a todo el que pueden muchas veces diciendo su nombre. Algunos utilizan las redes sociales para pasar vídeos donde aparecen cerca del gobernador y haciendo saber que están presentes, como si eso les fuera a favorecer en la descontrolada búsqueda de alguna oportunidad.

Es un “guardadito” político carente de ilusión y lleno de esperanza con la repetición mental y expresa cuando se da la oportunidad de la frase “en política todo puede suceder”. Ya sucedió y no vieron pasar la pelota.

En el ámbito municipal, algunos de quienes serán candidatos ya están enterados y las puñaladas traperas están a la orden del día con ofensas en libelos y paredes tratando de desacreditar a quien casi sin duda será el abanderado. Y me refiero a todos los partidos. A ninguno en particular.

Hay que aclarar que el puesto más importante políticamente hablando es el de presidente municipal, que es el único que te mantiene en contacto directo con el pueblo todos los días, aunque también hay que decir que esa oportunidad se pierde por el autoritarismo que muchos ejercen haciendo del poder la ocasión de demostrar quién manda y se hace lo que el alcalde dice.

Cuando se le da al pueblo la oportunidad de opinar en relación con los trabajos en bien de la comunidad, se hace un buen papel de autoridad electa, aunque los detractores traten de enlodarla con mentiras y oposiciones absurdas.

Ojalá que las campañas, todas desde cualquier puesto por el que se pretende ser electo, sean sin tener que usar la diatriba y la calumnia que sólo lastiman y siembran rencor, que en el último de los casos perjudican la administración. A lo mejor es mucho pedir por el ejemplo que están dando los precandidatos a la Presidencia de la República, que no pierden oportunidad para sacar a relucir cosas que no proponen nada. En política, los mecenas están destinados al fracaso. Y falta mucho.— Tizimín, Yucatán.

manuelantonio1109@hotmail.com

Cronista y ex alcalde de Tizimín