Variaciones en los costos y en los precios
Fernando Ojeda Llanes (*)
En las empresas tanto comerciales como industriales, para la realización de sus operaciones y venta de sus productos, requieren mantener existencias en su almacén, a esto se les llama inventarios.
La empresa comercial mantiene solo un tipo de inventarios procedente de las compras de mercancías para vender. Estos inventarios tienen un precio de adquisición que es menor al de venta a efecto de generar las utilidades, cuando las unidades adquiridas no se venden en su totalidad quedan las demás en inventario y valuadas a los precios de compra.
Al adquirir en un determinado período el mismo tipo o modelo de producto, por lo general de un tiempo a otro hay variación en el precio unitario de la adquisición, por lo que cuando se venden, los costos unitarios de las salidas tienen un valor que puede ser un promedio de los diferentes precios unitarios.
Este promedio se determina dividiendo el importe total de todas las compras de cada tipo de producto entre la cantidad total de unidades. Contablemente este método se determina “Precios promedios”.
Si las salidas de los inventarios no se valían con los costos unitarios promedios correctos, a fin de período, cuando se hacen las comprobaciones matemáticas aparecerán diferencias.
El principal problema al que se enfrentan las empresas es cuando realizan un conteo de sus existencias de mercancías en el almacén —que en el argot contable se denomina inventario físico—. Al terminarse el conteo, no sólo deben coincidir las unidades físicas con las teóricas reportadas en la contabilidad, sino también el importe total de las existencias, para hacer esta comparación se debe efectuar la valuación de las existencias físicas del inventario y cuando se trata de diferentes tipos o modelos de productos, cada uno de estos con su respectivo precio promedio, si se valúan con otro costo unitario que no sea el mismo utilizado al valuar las salidas, existirán diferencias entre los importes físicos y los contables.
Las diferencias
Siempre ha sido una problemática para las empresas tener diferencias a veces relevantes entre el importe total de la valuación de los inventarios físicos y los teóricos de la contabilidad, cuando la diferencia es en unidades de productos, si hay faltantes o sobrantes es debido a fallas en su control interno al no capturar en forma adecuada las compras y las salidas por ventas, si se trata de faltantes podría darse el caso de sustracción ilícita de los productos, pero si las unidades totales coinciden pero los importes no, esto se debe a la aplicación incorrecta de los costos unitarios de la valuación de los inventarios físicos.
Para evitar las diferencias entre el importe total de las mercancías del inventario físico y el contable debe tenerse especial cuidado de utilizar los mismos precios promedios por producto que se utilizaron al valuar las salidas.
Coloquialmente recuerden aquello que nos enseñaron los maestros en la primaria, que para tener buenos resultados en una suma o resta de frutas, tenemos que sumar o restar peras con peras y manzanas con manzanas, pero nunca sumar o restar peras con manzanas. Esto aunque parece infantil es un principio matemático, sobre todo en el control de los inventarios o sea el mismo precio promedio de las compras debe ser tanto para las salidas y las existencias, físicas y contables.
En las empresas industriales también es válido el principio anterior y mucho más complejo su cuidado, porque se tienen tres tipos de inventario: materia prima, productos en proceso y productos terminados.
El principal problema de este tipo de empresas son sus inventarios de productos en proceso porque hay algunas que mi los toman en cuenta y por lo tanto no los valúan y si lo hacen no consideran el principio mencionado, esto trae por consecuencia tener errores en sus costos unitarios de productos terminados y por lo tanto, en su costo al realizarse la venta.
Recordemos que en un estado de resultados se deben cuidar los márgenes brutos que es la diferencia entre las ventas y los costos de estas ventas y si no se valúan en forma correcta, todos los elementos que intervienen: —inventario inicial, compras e inventario final—, los márgenes de utilidad no estarán correctos o tendrán inconsistencias de período a período.
Si con lo sencillo que resulta determinar los precios promedios se tienen diferencias a veces relevantes que afectan los márgenes, ya podemos imaginarnos la problemática si se utilizan métodos de valuación más complicados como son los de: primeras entradas primeras salidas PEPS, últimas entradas primeras salidas UEPS o valuación de inventarios finales a precios de últimas compras, pero este es otro boleto a comentar posteriormente.— Mérida, Yucatán.
ferojeda@prodigy.net.mx
Doctor en investigación científica. Consultor de empresas.
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