Jesús Retana Vivanco, autor de 'El estanque de los cocodrilos'

Solo sobrevives con la “razón” y eres destruido si actúas con el corazón.


Tiempos modernos: Una película estelarizada por Charles Chaplin cuyo estreno en 1936 causó mucho revuelo por la sátira a la industrialización. Tuve oportunidad de verla en una sala de arte, recuerdo el drama en un entorno de vida provocado por la llamada gran depresión en los Estados Unidos. Aborda las desventuras de un trabajador de una fábrica que se enfrenta a sobrevivir en un mundo mecanizado invadido por la alienación laboral y el entorno industrializado. A pesar de lo cómico, este filme nos muestra la punzante crítica a la sociedad de aquella época.

Hoy día, a 87 años de distancia, nos preguntamos: ¿ha cambiado la sociedad?… definitivamente sí, vivimos una era de avances tecnológicos que nunca me imaginé pudieran existir, como la inteligencia artificial, la automatización, la robótica, la realidad virtual y aumentada pero sobre todo, la conectividad a través del internet.

Los cambios socioculturales que implica la modernidad en nuestra sociedad, nos han dado  las normas de género, la diversidad y la igualdad de derechos que cambió la forma en que las personas se relacionan, ahora se hace a través de las redes sociales, y las comunidades en línea, para ejemplo, voy a reproducir lo que me mandó una persona a mi WhatsApp porque creo que es la sustancia de lo que estamos viviendo, producto de estos tiempos modernos que  heredamos a esta generación.

Bienvenidos al siglo XXI

Aquí, el sexo es libre y el amor es caro. Donde perder el celular es más doloroso que perder la virginidad. Donde la modernización significa desnudez. Donde la moda es fumar y beber y si no lo haces, estás obsoleto. Donde si no engañas a tu pareja es porque no eres inteligente. Donde los templos se convierten en centros de encuentro. Donde la mentira se convierte en realidad. Donde las mujeres temen más a un embarazo que al VIH. Donde el servicio de entrega de pizza llega más rápido que la ambulancia. Donde las personas se vuelven tóxicas cuando les dices sus verdades. Donde el baño se convierte en estudio fotográfico.

Ya todo cambió

Donde la gente le teme a terroristas y criminales más de lo que le temen a Dios. Donde las apariencias y la ropa deciden el valor de una persona, y tener dinero es más importante que tener amigos o familia. Donde los jóvenes son capaces de abandonar a sus padres para vivir aventuras imposibles. Donde hombres y mujeres muchas veces solo quieren relaciones sin obligaciones y su único compromiso te hace posar para fotos en las redes sociales. Donde el amor se hizo público. Donde el más popular o el más seguido con más likes en fotos es el que parece derrochar felicidad; el que pone fotos en lugares elegantes y de moda rodeado por amistades vacías en situaciones fingidas y familias falsas.

Algunas verdades incomodan

Donde la gente se olvidó de cuidar el espíritu del alma y decidieron cuidar y cultivar sus cuerpos. Donde vale más la pena tener el cuerpo deseado del mundo artístico que un título universitario. Donde los jóvenes tienen miedo al matrimonio, pero les encanta tener relaciones. Donde el amor es tan solo un pasatiempo. Quien juega con la mente siempre obtiene la felicidad, quien juega con el corazón siempre se lastima. Donde las personas ya no buscan amigos confidentes, sino con quién pasar la noche. Donde una foto en un antro tiene mucho más likes que una foto estudiando.

Simplemente así es el controvertido siglo XXI donde no importa quién seas, de cualquier manera serás reemplazado, aquí solo sobrevives con la “razón” y eres destruido si actúas con el corazón.

En este mundo es crucial recordar nuestros valores fundamentales, ejercer el discernimiento y mantenernos fieles a nosotros mismos mientras navegamos por una vida de cambios rápidos.

La verdadera riqueza radica en momentos compartidos con nuestros seres queridos y el ejemplo que transmitimos a las generaciones que vienen detrás, por ello, es necesario entender estos tiempos modernos.— Mérida, Yucatán, 23 de octubre de 2023

X (antes Twitter): @ydesdelabarrera

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