Jesús Retana Vivanco, autor de 'El estanque de los cocodrilos'

Está salado. Éste, al igual que otros proverbios de los que he escrito a lo largo de mi participación editorial, también tiene un doble sentido muy evidente; vamos a manejar primero el término coloquial, el que alude a las personas que desafortunadamente la suerte no  socorre en ninguna de las facetas de la vida, son aquellos que tratan de hacer lo correcto sin obtener un resultado positivo.

Tenía un amigo cuyos papás compraron una casa en Tequisquiapan y acostumbraban pasar los fines de semana en ese pueblito que está unos kilómetros antes de llegar a Querétaro. Un día mi amigo se despistó en la carretera que llega al pueblo y se estrella en un árbol dañando seriamente su coche, el incidente no pasó a mayores salvo la reparación del auto.

Dos meses después vuelve nuevamente a su casa de fin de semana y en otro despiste se vuelve a estrellar en el mismo árbol, esta vez si lo tuvieron que llevar de emergencia a un hospital ya que se fracturó una pierna. Estar salado es una constancia de mala suerte, nunca ganas, siempre pierdes.

La indispensable pizca de sal

En gastronomía la sal juega de otra manera, no hay que olvidar que pasar el salero a otra persona de mano a mano es una superstición de mala suerte para quien recibe el salero, por lo tanto mejor hay que dejarlo cerca para que lo tome y se sirva.

Es el condimento por excelencia necesario para sazonar las comidas y realzar los sabores;  una pizca de sal, equilibra la dulzura de algunos cocteles, desde las clásicas margaritas con escarcha en los bordes hasta las bebidas más sofisticadas. Actualmente casi todos los restauranteros retiraron la sal de las mesas siguiendo una recomendación del Sector Salud con el fin de evitar las enfermedades que van implícitas a la sal.

Los que se dedican a la práctica esotérica dicen que si alguien pone sal a la entrada de una casa es para perjudicar a los que la habitan, o sea… “echarles la sal” .

Qué dicen los médicos

En términos médicos, la sal o el sodio en el cuerpo humano es de suma importancia ya que en exceso aumenta la presión arterial y el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, como los accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas. El sodio en exceso contribuye a la retención de líquidos y el daño a los riñones, aunque también el sodio bajo causa muchos problemas de salud.

Hemos visto en los alimentos que compramos en el supermercado que todos traen unos sellos con las indicaciones que a primera instancia clasifican lo que consumimos y los octágonos que señalan los excesos de sodio, calorías, azúcares, grasas trans, grasas saturadas… No nos dicen mucho, pero advierten que es lo que vamos a encontrar en exceso a la hora de comerlos.

De dónde se obtiene la sal

La sal marina se produce de la evaporación de mares o lagos mediante un proceso natural o industrial, es de ahí de donde se obtiene la sal de mesa. La sal de roca se encuentra en depósitos subterráneos, los que se formaron hace millones de años por la evaporación de los mares antiguos, es la sal que utilizamos para desalinizar el agua entre otros usos.

Investigando un poco sobre el origen de la sal del Himalaya, resulta que se extrae de las montañas del Himalaya, en Pakistán, en los depósitos de sal cristalina formados hace millones de años. Es una sal sin aditivos y no tiene ningún otro beneficio más que distinguirla por su color rosado; pensaba que era un argumento de marketing para separarse del resto de las marcas.

Como decía antiguo comercial de una cerveza copiado de la frase del filósofo ateniense Solón: “Nada con exceso, todo con medida”.

Ahora, la persona que está  salada, pues ni como ayudarla. Mi  abuela decía: “Mejor no te juntes con ese amigo, está salado” yo reía al escucharla, pero algo había de cierto.— Mérida, Yucatán, 22 de abril de 2024.

X (antes Twitter): @ydesdelabarrera

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