La mentira se volvió un genérico. Tal cual, ni para dónde hacerse; la mentira se ha convertido en un término que nos queda muy cerca de nuestro vocabulario y es casi imposible de hacerlo a un lado.
Algunas veces son mentiritas y otras son mentiras que causan problemas a la gente.
La mentira dicha por un personaje famoso o un político que quiere encubrir una verdad, como dicen… de a kilo, se vuelve en automático en una verdad sospechosa cuando por ejemplo repiten que vamos muy bien o que ya estamos controlando la inseguridad del país y que el narcotráfico ya pasó lista y se fue. Están usando la mentira para confundir, para señalar algo que no se ha podido componer ni se compondrá.
Mentir es gobernar sin explicar
En el momento en que la mentira pasa lista en la discusión de algún tema político, inhibe cualquier punto de acuerdo o corrección. De nada sirve el esfuerzo para llegar a un consenso si lo que prevalece es la negligencia que da paso a verdades a medias o discusiones mal informadas.
Es lo que está pasando en este cada vez más decadente México, pero no nada más México está en el candelero de las mentiras sino casi todos los países que se dicen demócratas; la verdad queda a la sombre de las narrativas para apoyar ideologías extremas.
Agente naranja y Musk
El mentiroso de Donald Trump y su gavilla de políticos ha envenenado el ambiente con sus fábulas satánicas que pretenden transformar la realidad con un violento ímpetu americano, por eso lo de “Make América Great Again”, frase que inclusive registró como marca.
Otro que apuntó en su equipo es al señor Elon Musk que aprovechando el patrocinio de 260 millones de dólares que le dio al “agente naranja” (apodo que le han puesto al futuro presidente de Estados Unidos por su color de piel) con todo y su IQ de casi 155 considerado como genio, fue nombrado director del departamento de Eficiencia Gubernamental para encargarse de una reforma drástica de la administración del nuevo gobierno.
Las giras de este inteligente personaje lo están llevando a Europa para apoyar a los países que tendrán elecciones y que enarbolan la bandera de la ultra derecha apoyándolos con dólares y obviamente con tecnología, propiciando un ambiente que le convenga a sus propósitos estrictamente comerciales, y le dé espacios a Trump en el viejo continente; ya lo está haciendo en Alemania, Inglaterra, Ucrania, Irlanda, Francia. Como dirían en mi tierra… no da paso sin huarache.
El oxígeno se acaba
Esto es lo que nos espera en el vecino país del norte para este azaroso año que comienza, mientras en México seguimos con muchos desatinos por parte del nuevo gobierno, empeñado en enfundar las verdades y seguir dándole una repasada al libro de mentiras para tener entretenidos y contentos a los que votaron por la Cuarta Transformación, ¡transformación!… ¿de qué?
Lo digo nuevamente: abrir los periódicos, escuchar la radio o las redes sociales nos obliga a reflexionar lo que está sucediendo con este México que sigue dormido y probablemente ya no despierte. El oxígeno se acaba para una buena parte de la población que sumisamente está tomando sus mentiras genéricas que le recetan todas las mañanas desde el estrado femenino que dice gobernarnos.
Antes de que se les ocurra darle otro “matiz” a los medios de comunicación, quise escribir algo de las mentiras que agobian a los países de todo el mundo con gobernantes que solo alcanzan a ver lo que entra a su bolsillo, sin importar que el genérico de la mentira nos pueda mandar al panteón.— Mérida, Yucatán, 13 de enero de 2025
X (antes Twitter): @ydesdelabarrera