LONDRES (EFE).— La posibilidad de “contar historias que afectan a las personas” y el potente mensaje que hay detrás de “El Gran Showman”, son los motivos que convencieron a Hugh Jackman para actuar en la película, según asegura el actor en una entrevista.
Ambientada en el siglo XIX, la película narra la vida de P.T. Barnum, un visionario y pionero del mundo del espectáculo encarnado por Jackman, que se convierte en el “showman” más importante del momento a través de espectáculos transgresores que chocan con la moral de la época.
“El Gran Showman”, que se estrena hoy en México, también cuenta con la presencia de Michelle Williams, Zac Efron, Zendaya, Rebecca Ferguson y Keala Settle, quienes protagonizan buena parte de las coreografías y canciones que aparecen a lo largo del filme.
“Actuar en una película como esta es fantástico. Me encanta el mensaje, me encanta la música y pienso que la historia es poderosa porque va dirigida a todo el mundo”, explica el actor.
Dos ideas destacadas
Y es que el mensaje de la película se condensa en dos importantes ideas: perseguir tus sueños, encarnada en el personaje de Barnum, y aceptarse a uno mismo, representada en todos los integrantes del circo, que vivían marginados por una sociedad poco tolerante.
Ésta última —según Jackman— tiene especial importancia cuando eres joven porque “la idea de que lo que te hace diferente te hace especial y de que la vulnerabilidad te hace más fuerte, lo es todo”.
Por su parte, su director Michael Gracey, considera que hay que recurrir a los musicales “cuando las palabras ya no son suficientes”, algo que justificó con la tendencia que tenemos a utilizar la música en nuestros altibajos emocionales.
“Un ejemplo de ello es cuando Lettie Lutz (Keala Settle) es expulsada de la fiesta, la puerta se cierra en su cara, y empieza a cantar. Empieza a hacerlo flojo, cantando para sí misma, y al final está de pie en medio del circo cantando y proclamando ‘¡Esta soy yo!’”.
Pese a estrenarse un año más tarde que “La La Land”, la idea de apostar por el género musical era previa, afirma Gracey, que además contó en su equipo con Benj Pasek y Justin Paul, los guionistas musicales de la obra de Damien Chazelle.
“Cuando hablamos de grandes musicales, como ‘Singing In The Rain’ y ‘Mary Poppins’, es sólo decir los títulos e inmediatamente ya oyes sus canciones en tu cabeza. Tienes que tener canciones que sean memorables”, explica el cineasta preguntado por los ingredientes necesarios para hacer un buen musical.
Gracey considera que los temas que muestra la película son relevantes hoy en día y confía en el poder de influencia del cine.
“Una película como ésta tiene la responsabilidad de utilizar este fantástico formato para, al menos, presentar un mensaje, que en este caso es la aceptación”, subraya.
