Pablo Alborán estará acompañado solo por un piano y una guitarra en su próxima gira de conciertos

MADRID (EFE).— “Desnudo” y expuesto como hacía años que no se encontraba con el público, a solas con su piano o con la guitarra, Pablo Alborán volverá a cantar en teatros y auditorios el próximo año, un “reto” que afronta con ilusión.

“En un teatro te ven hasta el alma. Ese es el reto que me apetece vivir más que nunca, volver a sentir la responsabilidad de estar desnudo en el escenario”, explica, tras reconocer que este formato fue una decisión que le costó “mucho tomar”. “Tenía miedo”, confiesa.

Bastó una sentada a las teclas y repasar “de cero” todas las canciones que ha editado desde “Pablo Alborán” (2011), su primer álbum, para descubrir detalles que no había percibido nunca.

“Vi que se podría cubrir la mitad del concierto con un solo instrumento”, señala.

“Recordé que cuando compongo, lo hago a solas al piano. Cuando me planteé todo esto daba mucho respeto volver a eso, aunque en los conciertos sea el tramo que más disfruto”, cuenta el músico, que en la segunda parte de sus próximas citas se le sumarán tres músicos como acompañamiento.

Todo un éxito

Llamado realmente Pablo Moreno de Alborán, su conversión en el artista con mayores ventas comerciales en España de la última década lo llevó a un camino sin retorno de las pequeñas salas a los pabellones.

Volverá a espacios de aforo más reducido en 2022, cuando la mayoría de grandes artistas aguardan la apertura pospandemia de los recintos multitudinarios.

“Quiero volver al silencio, a estar en lugares muy especiales con las mejores condiciones para la música y los arreglos que estoy preparando. Mi música se puede disfrutar más sentado y tranquilo, escuchándolo con una acústica hecha para la madera, para el piano y la guitarra”, alega.

El cantante del “fiato” elegante, ese fino hilo de voz sostenido con el aire justo sobre el que pocos como él pueden columpiarse, alude también a la necesidad de parar el ritmo enloquecido al que circula el mundo, también su propio proceso de composición.

“He sentido que es muy fácil contaminarse, sobre todo por la rapidez de las cosas y cómo uno deja de disfrutar. Yo me he visto muy motivado con un tema pensando que sería un bombazo y de repente decirme: ‘Para qué, si igual solo dura dos semanas’. Eso antes no lo pensaba y desmotiva mucho. Nos falta paciencia, lo queremos todo ya, yo el primero”, lamenta.

Emotivo pero ágil

No quiere un concierto denso. “Será emotivo, pero ágil”, subraya Alborán, que trabaja con la directora teatral Mónica Boromello para ofrecer una visión inédita, con un repertorio flexible que incluirá éxitos, canciones que hace mucho que no interpreta y otras nuevas que podrían estar naciendo en esos impases.

“Estoy escribiendo sin parar”, dice antes de anunciar que tiene dos canciones “listas” y que una de ellas verá la luz el próximo mes de enero. No se atreve sin embargo a ponerle fecha al álbum que tomará el relevo de “Vértigo” (2020).

“Fuimos muy valientes al sacarlo en mitad de la pandemia. Pasé mucho miedo, porque todo era nuevo. Me hubiera gustado que la gira fuese más amplia, que la gente no estuviera con mascarilla, pero ha sido una etapa para adaptarse, que en el fondo es como funciona la música ahora”. “Vértigo” le valió cuatro postulaciones al Grammy Latino.

De un vistazo

Gira en España

La gira arrancará el 26 de febrero en el Teatro Auditorio de la localidad almeriense de Roquetas y pasará por espacios tan emblemáticos como el Palau de la Música de Barcelona el 3 de marzo, el Palau de Les Arts de Valencia el 11 de marzo, el Auditorio Nacional de Madrid el 22 de marzo o el Teatro Cervantes de su Málaga natal el 20 de junio.

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