PUEBLA (Notimex).— Para contrarrestar los efectos de haber comido y bebido en exceso en Año Nuevo, los poblanos habitualmente recurren a los caldos.

Raymundo, encargado de uno de los locales de comida en el Mercado del Alto, dice que quienes visitan su local el 1 de enero piden mole de panza (mondongo) y cerveza para curar los malestares. “Es la panza del borrego y se sirve en un caldo rojo, que es bastante picoso porque lleva chile de árbol”, explica.

Otros piden zancarrón, que lleva lo mismo que el mole de panza pero se le añade guaje, lo que le da sabor característico al platillo. Se suele acompañar con una cerveza.

Guadalupe Lozano Garfias, vicepresidenta de Desarrollo Gastronómico de la Canirac, afirma que muchas personas acuden a los mercados en busca de recuperarse de la desvelada y la resaca, y por esa razón piden también chilpachole, caldo de camarón y mole de olla.

Los especialistas médicos señalan que, en caso de excederse con el alcohol, lo mejor es tomar bebidas rehidratantes que contengan sodio y potasio. Asimismo, adoptar una dieta blanda que no contenga irritantes.

Contrariamente a la creencia popular de que los alimentos picantes curan la resaca, éstos causan más irritación estomacal.

También advierten que el consumo excesivo de bebidas embriagantes disminuye la capacidad de respuesta del sistema nervioso central, por lo que la coordinación de movimientos se reduce de manera considerable, lo que incrementa el riesgo de sufrir percances.