Arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega
“Enseñaba como quien tiene autoridad” (Mc 1, 22)
Muy queridos hermanos y hermanas, los saludo afectuosamente deseándoles todo bien en el Señor.
En primer lugar quiero saludar a todos los amigos y hermanos que trabajan en los medios de comunicación, ya que el pasado 24 de enero, día de San Francisco de Sales, patrono de los comunicadores, el Papa Francisco les envió un importante mensaje que todos podemos leer con mucho provecho, pues aunque no trabajemos en las comunicaciones la mayoría de nosotros somos usuarios de las redes sociales o consumidores de diferentes medios informativos.
Ahí el Papa nos habla de algo que está de moda, las “fake news” o noticias falsas que circulan por las redes sociales, las cuales ordinariamente no ubicamos de dónde vienen, pero que crean mucha confusión y suelen desprestigiar a personas o instituciones.
Les recomiendo a todos que lean con mucho provecho y compartan el mensaje completo del Sumo Pontífice que lleva como título “La verdad los hará libres. Fake news y periodismo de paz”.
Cuando un comunicador nos transmite noticias falsas, y más aun si lo hace con la mala intención de sacar algún beneficio económico, político o de causar algún daño a una persona o institución, debemos identificarlo para no darle crédito a sus comunicados, ya que ha perdido autoridad para que creamos en sus mensajes. Dios nuestro creador nos dio la facultad de comunicarnos unos con otros y siempre ha tratado por medio de la naturaleza o por medio de sus profetas de comunicarse con cada uno de nosotros.
Ya lo hemos dicho anteriormente, “profeta” más que el que predice el futuro es el que habla en nombre de otro u otros, de acuerdo a su significado etimológico, aunque en el lenguaje bíblico y cristiano significa el que habla en nombre o de parte de Dios, es decir es su comunicador.
En el Antiguo Testamento, cuando Yahveh le hablaba al pueblo de Israel en el desierto éste entraba en pánico porque la voz de Dios era imponente y pedían que mejor Dios se dirigiera sólo a Moisés, para que luego Moisés les comunicara la voluntad de Dios.
En la primera lectura de este cuarto domingo del Tiempo Ordinario de nuestra liturgia tomada del libro del Deuteronomio leemos cómo Moisés le comunica al pueblo lo siguiente: “El Señor Dios hará surgir en medio de ustedes, entre sus hermanos, un profeta como yo. A Él lo escucharán. Eso es lo que pidieron al Señor” (Dt 18, 15). Esa profecía anunciaba a todos y cada uno de los profetas que vendrían durante toda la historia del Pueblo de Dios, antes y después de Cristo, el Profeta por excelencia.
En la misma lectura se nos presenta la descripción que el Señor hace del profeta y cómo pedirá cuentas a quien no escuche a sus palabras, y que es más grave aún el pecado y el castigo para el profeta que se atreva a decir en nombre del Señor lo que Él no haya mandado decir o “hable en nombre de otros dioses” (Dt 18, 20).
Todos nosotros, profetas por el Bautismo, estamos llamados a comunicar sólo la verdad, nunca “fake news”, nunca mentiras y nunca hablar en nombre de otros dioses: dioses del poder, del tener o del placer. El mundo está lleno de los que dicen “fake news” o están atentos para dejarse llevar. Ante todo el exceso de comunicación de nuestros días se debería imponer un discernimiento y análisis antes de dar crédito y difusión a la noticia.
Más información
