El arzobispo de Yucatán Gustavo Rodríguez Vega habló de su labor como presidente de la Red Clamor

El arzobispo está preparado para su nueva misión

“La Iglesia apoya y es caritativa con los forasteros”, recuerda el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, recién nombrado presidente de la Red Clamor (Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas).

Menciona que desde el antiguo testamento ya se hablaba de ser caritativos con los forasteros. “Y en el Evangelio, nuestro Señor Jesús se pone en el lugar de los forasteros. Dice: ‘fui forastero y me hospedaron’, eso lo dice en el capítulo 25 del evangelio de San Mateo”.

Por eso, asegura al Diario, la Iglesia tiene esa convicción que al servir a un migrante se está sirviendo al mismo Jesús en persona.

Precisamente la Red Clamor, de la cual fue nombrado presidente esta semana, engloba 502 obras de la Iglesia latinoamericana para dar un servicio más eficaz a estos hermanos.

El Celam respalda esta Red y “me ha puesto en este servicio y con gusto acepté esta responsabilidad sabiendo lo importante que es animar a toda la gente que trabaja en favor de los migrantes”.

Ser presidente de Red Clamor implica la asistencia a reuniones, asambleas y encuentros con migrantes, “como la que ya tuvieron entre Haití y República Dominicana en las casas del migrante y como presidente me tocará hacer esto de vez en cuando: acompañar a los hermanos que ahí trabajan en favor de los migrantes”.

Monseñor Rodríguez tuvo una experiencia similar cuando fue obispo en Nuevo Laredo (en la frontera de México con Estados Unidos), donde había una casa del migrante.

Con este nombramiento, el prelado dará continuidad a “uno de los 13 programas que desde el Departamento de Justicia y Solidaridad (DeJusol) habíamos creado y que ahora el Celam adopta como una de sus prioridades de trabajo”.

Antecedentes

En 2015, el arzobispo Rodríguez Vega fue llamado por los obispos que conducen el Celam para presidir el Departamento de Justicia y Solidaridad (DeJusol).

“Me llamaron para ocuparme de este departamento y dentro de éste trabajamos 13 programas distintos, uno de éstos fue la creación de la Red Clamor”, detalla.

Es decir, se convocó para poner en red a toda la gente de la iglesia latinoamericana que trabaja al servicio de los migrantes, de los refugiados y de los que son víctimas de trata de personas.

“Gracias a Dios hubo una repuesta muy buena de las 22 naciones que ocupamos América Latina y el Caribe, pues vinieron de casi todas las naciones”.

Gracias a las reuniones fueron fortaleciendo esta red de manera que todos pusieron sus capacidades y sus carismas al servicio de los hermanos migrantes. Ya se ha realizado incluso un mapeo, para que sepamos todos donde hay casas del migrantes, servicios a los refugiados, a los migrantes, etcétera.

“La Red Clamor fue mejorando cada vez más, pero en en mayo del año pasado, terminé mi trabajo y mi responsabilidad al frente del Celam, entonces suponíamos que alguien más iba a ocupar este Departamento”.

Sin embargo, reflexiona, el Celam hizo una pausa para repensar su trabajo, su ser y sus labores y buscar una nueva estructura; “entonces nosotros nos quedamos con la preocupación de quién iba encabezar la red Clamor y cómo se le iba a dar seguimiento”.

Sabíamos que la Caritas latinoamericana estaba dispuesta a apoyar, para darle continuidad a este servicio y esa era nuestra seguridad pero no sabíamos que iba a suceder, con el Celam, explica

Ahora en la pasada reunión, donde el Celam convocó en Bogotá, Colombia a los obispos de los países bolivarianos —que están enfrentando en grave problema de migración venezolana—, “me pidieron que estuviera al frente de este programa que ya teníamos, de esta Red Clamor. Quedamos muy bien afianzados por parte del Celam para continuar adelante con nuestra labor”, finaliza monseñor.— Claudia Ivonne Sierra Medina

Los migrantes

¿Qué piensa la Iglesia de los migrantes? “En primer lugar, que las personas tienen derecho de migrar; en segundo lugar, que la inmensa mayoría de los migrantes son personas que no salen por gusto o en busca de una aventura sino por una intensa necesidad o por un problema de pobreza o también por ser víctimas de la violencia o huyendo de ésta o de la inseguridad”, indica el arzobispo Gustavo Rodríguez Vega.

Unidos en oración

El prelado pidió a la comunidad que lo apoyen con una oración para que realice todo su trabajo pastoral, especialmente con este nuevo nombramiento. “Oremos por los migrantes porque son nuestros hermanos; oremos por ellos y si nos toca la experiencia de compartir con algún migrante abramos nuestro corazón, nuestro hogar y estemos dispuestos a apoyarlos lo más que podamos” .

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