Herminio José Piña Valladares(*)
En este tiempo litúrgico de Cuaresma el Señor Jesús nos vuelve a conceder un período propicio para prepararnos a celebrar con el corazón renovado el gran misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, fundamento de la vida cristiana personal y comunitaria.
En esta Cuaresma el papa Francisco se dirige a todos y cada uno de los cristianos, especialmente a los jóvenes, recordando la Exhortación apostólica Christus vivit: “Mira los brazos abiertos de Cristo crucificado, déjate salvar una y otra vez”.
Cuando te acerques a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por ella.
La Pascua de Jesús no es un acontecimiento del pasado: por el poder del Espíritu Santo es siempre actual y nos permite mirar y tocar con fe la carne de Cristo en tantas personas que sufren.
Por eso la oración es tan importante en el tiempo cuaresmal, pero lo que verdaderamente cuenta a los ojos de Dios es que penetre dentro de nosotros, hasta llegar a tocar la dureza de nuestro corazón.
El papa Francisco revela en esta Cuaresma: “El hecho de que Jesucristo nos ofrezca una vez más un tiempo favorable para nuestra conversión, nunca debemos darlo por supuesto”.
Esta nueva oportunidad debería suscitar en nosotros un sentido de reconocimiento y sacudir nuestra modorra. Poner el misterio pascual en el centro de la vida significa sentir compasión por las llagas de Cristo crucificado presentes en las numerosas víctimas inocentes de las guerras, de los abusos contra la vida tanto del no nacido como del anciano, de las múltiples formas de violencia, de la distribución injusta de los bienes de la tierra, de la trata de personas en todas sus modalidades.
Hoy más que nunca en esta Cuaresma debemos promover la oración, el ayuno y la limosna como forma de participación personal en la construcción de un mundo más justo. Compartir con caridad hace a la persona más humano y de este modo podemos ser lo que dice Cristo a sus discípulos: “Ser sal de la tierra y luz del mundo”.
Abogado y asesor jurídico. hjpvdirector@hotmail.com Herminio José Piña Valladares
