La cosificación de la mujer también está presente en la música, principalmente en el género tropical, pero tiene la “excusa” de que lo hace de forma chusca, divertida, que ni siquiera nos damos cuenta del “pequeño detalle” de cuando ellas son reducidas a objetos sexuales, cuando movemos el esqueleto o para decirlo en palabras que usan los jóvenes: “salir de rumba”.
Esta es la segunda parte de nuestra entrega musical con motivo del Día Internacional de la Mujer. De nuevo se aclara que no se hace mención del reguetón, sino que son melodías ya con historia, algunas escritas y difundidas muchos decenios atrás.
Sin más preámbulos, empezamos:
La parabólica
Intérprete, la Sonora Dinamita. Autor, Isaac Villanueva Mendoza.
Compara a la mujer con el armatoste para captar las señales de televisión porque “se le meten las señales por toditos los canales”.
De ritmo guapachoso y contagioso, la pieza repite varias veces: “La parabólica, la parabólica (Cómo te gustan los canales). La parabólica, la parabólica (Y cómo te entra la onda de…)”.
Mi cucu
Interpreta, la Sonora Dinamita. Autor, Sidney Simien.
Canción que no entra en los temas explícitos por el juego de palabras al que recurre.
Habla de una mujer que sale a la calle con ropa “provocativa” y la aborda un hombre que no duda en elogiar su anatomía y tampoco vacila en decirle que quiere manosearla, pero ella le advierte que puede mirar lo que quiera, pero no tocar.
“Cuando te pones pantalón y te toca por detrás, se me exhalta el corazón y te quiero más y más”, dice él.
Y ella le responde: “Si quieres puedes mirar lo que a ti te dé la gana. Pero si intentas tocar te daré una cachetada”.
La rajita de canela
Intérprete, Mike Laure. Autor, Rafael Lopez Ruiz.
Otra pieza que a falta de algunas palabras no lleva la advertencia de “contenido explícito”.
Un hombre le pide a Marina que le dé la “rajita de canela”, pero ésta se lo niega porque “se puede quemar porque es “como la candela”.
En los ochentas se emitía a toda hora y muchos coreaban: “Yo quiero que me des (La rajita de canela). Yo quiero que me des (La rajita de canela). La rajita de canela (La rajita de canela) Ella siempre me pedía (La rajita de canela).
Burbujas de amor
Autor e intérprete, Juan Luis Guerra.
Canción que pinta imágenes muy hermosas, pero no por eso deja de ser sexual.
Habla de un hombre que confiesa que tiene un corazón que madruga, se pone de pie, que se pone de pie, que se para, vaya, donde quiera, y que ese corazón se desnuda, se descubre de impaciencia.
Y por eso expresa su deseo de que “Quisiera ser un pez para tocar mi nariz en tu pecera y hacer burbujas de amor por donde quiera, pasar la noche en vela mojado en ti”.
Eres mía
Interpreta, Romeo Santos. Autor, Anthony Santos
Se refiere a un hombre que ya no tiene lazos sentimentales con una mujer, sin embargo, sigue muy al pendiente de ella, del nuevo compañero al que califica de “insípido y aburrido”.
Por ello y porque revela que ella es una “fogata”, le pide que no se asombre si una noche la asalta sexualmente.
“Bien conoces mis errores. El egoísmo de ser dueño de tu vida eres mía, mía, mía. No te hagas la loca, eso muy bien ya lo sabías”. Y la modestia no es su segundo nombre al decirle que “Te deseo lo mejor y el mejor, soy yo”.
Estos fueron solo cinco ejemplos de la forma en que muchos ven a las mujeres, como solo un objeto sexual disponible cuándo, dónde y cómo lo deseen.





