“No tengan miedo a pesar de las dificultades, a pesar de lo que se atraviesa, a pesar de que a nuestro alrededor haya ideologías que están en contra de la vida, de personas que dicen que no vale la pena, que no sigas”, es una de las reflexiones del papa Francisco grabada en la mente y el corazón de Gladys María Cano Durán, yucateca que participó en la Jornada Mundial de la Juventud, realizada en Lisboa del martes 1 al domingo 6 pasados.

El Sumo Pontífice pidió imitar a María, “que siempre partamos a prisa para servir a los demás porque solamente quien ama es capaz de hacerlo; sin amor no hay servicio”, recordó.

La Jornada Mundial de la Juventud fue para Gladys María Cano “un regalo maravilloso y encuentro con Dios”. La entrevistada, de 30 años de edad e integrante del grupo juvenil “Agua Viva” de la rectoría de San Juan Bautista de Mérida, formó parte de la delegación yucateca integrada por un centenar de personas que asistieron al evento y regresaron con las baterías recargadas para colaborar en su entorno y extender el Evangelio.

Gladys Cano participó en la prejornada realizada del 26 al 31 de julio pasado en la ciudad portuguesa de Coimbra, donde ella y su grupo se hospedaron con familias.

“Convivimos, (los portugueses) nos enseñaron sus costumbres y comidas, pero principalmente compartimos con ellos su fe: fuimos a peregrinaciones y nos decían cómo sirven en su iglesia”.

Luego viajaron a la Jornada, a la que asistieron un millón y medio de personas. El grupo de mexicanos se hospedó en Oeiras, en los alrededores de Lisboa.

Los mensajes que transmitió el Santo Padre resonaron en ella. “Nos decía que no tuviéramos miedo porque aparentemente son menos los jóvenes que estamos al servicio de la Iglesia”.

“Nos dimos cuenta que no somos pocos, vimos que para esta Jornada éramos millón y medio de jóvenes reunidos con el mismo propósito; es bonito saber que no estás solo y que hay más personas que piensan como tú y que tienen el mismo propósito”.

El Papa les dejó una tarea a los asistentes: compartir la alegría, la fe y la esperanza con otros jóvenes empezando en sus casas, en el trabajo, en la escuela y la oficina. “En donde quiera que estemos, que siempre llevemos ese mensaje de esperanza, de alegría y de motivación”.

Seis yucatecos, presentes en encuentro con el Santo Padre

Gladys Cano viajó con el grupo de Jornadas de Vida Cristiana, que formó parte de la delegación mexicana, en el que había seis yucatecos y personas de otros estados, desde ahí se dio la convivencia con las personas que no eran de la región.

De esta experiencia, Gladys Cano regresó muy feliz, satisfecha y con mucho entusiasmo para realizar la misión que les dejó el Papa, una de ellas rezar a diario por una persona que no crea en Dios. Una experiencia muy bonita fue ver de cerca al Santo Padre en el Papamóvil, “es un privilegio que pocos tuvieron, sentí una paz, felicidad y gratitud a Dios”.

“Dios ha sido inmensamente bueno conmigo y con mi familia, a veces no tengo la forma de agradecerle tanto”, dijo.

Para la yucateca fue la primera Jornada a la que acudió con sus ahorros, motivada en parte por José Cupertino Canché Canché, un amigo de su familia que ha vivido cinco Jornadas y que le platicaba sus experiencias.

“Jesús es vida, es energía, él es una motivación muy grande para seguir”, afirmó; “su amor es lo que nos da fuerzas para salir adelante y eso quiero compartir con otras personas”.

Gladys Cano Durán es profesora de Español en la escuela “José González Rosado” de Tecoh. “Allá empieza mi apostolado”.