Reproducimos el decreto Jornada de oración y cuidado del agua, que hoy publicó la Arquidiócesis de Yucatán en su sitio web.
A todos los sacerdotes, diáconos, miembros de la Vida Consagrada y a todo el Pueblo de Dios en esta Iglesia de Yucatán.
Como bien señala el papa Francisco en el título del presente decreto, el agua tiene que estar siempre disponible ¡primeramente para las personas!
En las Sagradas Escrituras podemos encontrar un sinnúmero de textos bíblicos que hacen alusión a la sacralidad de nuestra hermana agua, como le llamaba cariñosamente San Francisco de Asís. De principio a fin, la Biblia es un manantial desde donde podemos nutrir nuestro compromiso cristiano por ser cuidadores de este vital líquido.
También en nuestra cultura maya está muy arraigada la sagrada agua: se continúan haciendo rituales para implorar la lluvia y que ésta haga germinar nuestras sementeras. Igualmente tiene un uso medicinal.
Sin embargo, de todos es sabido la creciente crisis hídrica en la que vivimos por falta de cuidado y respeto a la hermana agua: imparable contaminación del manto freático, uso desmedido de plásticos que en el mayor de los casos van a parar en los cuerpos de agua; la privatización de las fuentes de agua, su mercantilización, la extracción desmedida de agua para uso industrial y/o comercial, la contaminación, la deforestación, entre otras tantas causas que ponen en riesgo su bondad y su vitalidad. En algunos lugares de México han asesinado a hombres y mujeres por defender sus cuerpos de agua…
A continuación, el documento completo:
