Adelgazar se ha vuelto una palabra clave para todos aquellos que buscan vender algún producto o servicio. Recientemente, aplicaciones en torno a ejercicios para perder peso en casa, específicamente yoga, o de ejercicios somáticos para adelgazar, o Pilates de pared para perder kilos tras la menopausia se han vuelto tendencia.
En el caso del yoga, hay decenas de vídeos con rutinas que prometen el adelgazamiento. ¿Pero realmente el yoga puede ayudar a perder kilos?
Muchos yoguis argumentarían que si estás usando el yoga puramente para perder peso no estás conectando con el verdadero propósito del movimiento, una práctica espiritual fundada en la antigua sabiduría india.
La maestra de yoga Cecilia López Cárdenas, cuestionada sobre cuál es el mejor tipo de yoga para perder peso, es tajante: “Ninguno, el yoga no es exclusivo para adelgazar, es lo que menos se busca; sin embargo, tu cuerpo cambia haciendo conciencia sobre cómo comer”.
“El yoga no es un ejercicio, es la unión de cuerpo y mente. Cuando observas y entiendes esa unión ya ves tu cuerpo como tu templo y aprendes a observarte y a ver de dónde viene tu ansiedad, cómo trabajarla, qué te cae bien para comer, ya que el peso de más no precisamente es por mal comer, es más emocional y eso empiezas a aprender al meditar y hacer yoga”.
Cecilia López asegura que cuando empiezas a verte con otros ojos, los cambios suceden en tu cuerpo.
“Hay que observar los pensamientos y trabajar la voluntad y la disciplina poniéndote metas. También son un buen apoyo las Flores de Bach, para reducir el estrés y la ansiedad”, concluye Cecilia.
Roberto Franco, instructor de yoga, coincide en que el objetivo del yoga no es adelgazar, aunque a veces sucede.
“No me parece bien que vendan el yoga para adelgazar”, indica.
“Al practicar yoga habrá quienes adelgacen, tengo alumnas que han perdido peso, ya que al menos el estilo que yo comparto es el yoga fluido y sí hay cierta exigencia corporal que quema calorías, pero es una consecuencia”, aclara.
“Como siempre digo: practicar yoga no es solamente realizar ejercicios para ser elásticos o flexibles, es una forma de reconectar con tu cuerpo, hacerte consciente de tu respiración, y ese espacio de tiempo en el que nuestra mente está ocupada en las posturas te olvidas del afuera y sin darte cuenta estás en tu cuerpo total”.
“Tengo una alumna de 71 años que se para de cabeza, un chico con TDA que a diario olvida dónde estacionó su carro pero recuerda las posturas y las realiza bellamente, un par de señoras de 60 años que hacen posturas de Acroyoga, que jamás imaginaron, y cuando termina la clase estamos sudando, sonriendo, agradeciendo”, dice acerca de los beneficios del yoga, sin importa si se pierde peso o no.
La Universidad de Harvard ha publicado varios estudios en los que analiza los beneficios del yoga a largo plazo y concluye que, además de tonificar los músculos y ayudar a lograr un mayor equilibrio corporal, la práctica sí ayuda a adelgazar.
Ese estudio de Harvard establecía que la pérdida de peso se producía de manera indirecta, ya que el yoga ayudaba a comer de manera consciente para tener una relación más positiva con los alimentos.
Un estudio publicado en la revista “Complementary Therapies in Medicine” y recogido por LiveScience reveló la importancia del yoga para tonificar el cuerpo, principalmente para una reducción significativa en la circunferencia abdominal (cintura).
No solo eso: las personas que practicaron yoga también vieron cómo se reducía su peso y el porcentaje de grasa corporal, es decir, practicando yoga lograron adelgazar. Al mismo tiempo, aumentó su porcentaje de masa muscular corporal.
Todos esos estudios coinciden en que las personas que practican yoga están más motivadas para perder peso a largo plazo porque se vuelven más conscientes de lo que se come, están en sintonía con el cuerpo y tienen un objetivo claro a largo plazo para vivir de forma ordenada y en equilibrio.
¿Cómo ayuda el yoga a perder peso, aunque éste no sea su objetivo?
La hormona del estrés, el cortisol, puede ser un importante inhibidor de la pérdida de peso, como demostró un estudio de 2016 sobre mujeres con sobrepeso, publicado en el “American Journal of Managed Care”. Al reducir los niveles de cortisol mediante la relajación regular a través de una práctica constante de yoga, las mujeres del estudio fueron capaces de perder grasa corporal con éxito.
Un todo
Si tienes la misión de perder peso, lo mejor es que pienses de forma holística en tu estilo de vida, lo que incluye los niveles de estrés, la dieta, el consumo de alcohol y el equilibrio entre la vida laboral y personal. Tu práctica de yoga debe considerarse como una forma de desconectar, conectar contigo mismo y darte tiempo para ganar espacio y perspectiva. Una vez que el sistema nervioso está calmado y los niveles de cortisol son bajos, el cuerpo está en una mejor posición para perder peso.
No todos los tipos de yoga son iguales, algunos son restaurativos y sirven para calmar el dolor, por ejemplo, y otros son más dinámicos y requieren más fuerza, energía y elasticidad que otros.
Por ejemplo, el Ashtanga y el Power Vinyasa te ayudarán a quemar calorías de una forma eficaz a diferencia de otros tipos de yoga.
El Ashtanga Yoga es una práctica dinámica y físicamente exigente que sigue una secuencia de 26 posturas diseñadas para purificar el cuerpo generando calor, indican páginas especializadas.
El Power Vinyasa Flow, por el contrario, es una práctica rápida que genera un profundo calor interno, al tiempo que presta atención a la alineación adecuada con una secuencia reflexiva y creativa. El flujo aeróbico continuo y el ritmo de la práctica son los que crean una mayor quema de calorías.
Para los principiantes, según páginas especializadas en yoga, los saludos al Sol son lo indicado para empezar, ya que son fáciles de hacer y estimulan todo el sistema cardiovascular.
Los saludos al Sol son ciclos de posturas fluidas, y puedes aumentar la intensidad y el número de ciclos para aumentar el desafío físico. Solamente tienes que asegurarte de que respiras mientras te mueves.
Pero, de nuevo, el objetivo del yoga no es bajar de peso, ya que por más calorías que quemes, siempre serán menos que las que puedes quemar practicando otros ejercicios, aunque tiene otros beneficios nada despreciables, como ganar fuerza y elasticidad, servir de apoyo a la salud mental y a la salud en general porque fortalece los músculos y mantiene las articulaciones sanas y móviles.— Patricia Garma Montes de Oca



