NUEVA YORK (HealthDay News).— Los entornos urbanos sucios y abarrotados pueden aumentar significativamente el riesgo de una persona de desarrollar asma, señala un estudio reciente.

Las ciudades más limpias y mejor pensadas podrían prevenir uno de cada 10 casos de asma, informaron investigadores en “The Lancet Regional Health-Europe”.

Los resultados muestran que el riesgo de asma tanto en niños como en adultos aumenta debido a la contaminación del aire urbano, el desarrollo denso y los espacios verdes limitados.

Las ciudades construidas o modificadas para abordar estos riesgos pueden ayudar a prevenir el asma, apuntaron los científicos.

“Hemos combinado varios factores ambientales y hemos descrito cómo afectan juntos al riesgo de desarrollar asma”, señaló el investigador principal Zhebin Yu, profesor asistente de medicina ambiental del Instituto Karolinska, en Suecia.

“Esto proporciona una mejor imagen de los riesgos ambientales, ya que la vida en una ciudad generalmente implica exposición a varios factores de riesgo ambientales al mismo tiempo”.

Para el trabajo, los investigadores agruparon datos de 14 estudios anteriores en los que participaron casi 350,000 personas que vivían en siete países europeos.

Los datos contenían las direcciones de las casas de cada persona, lo que permitió al equipo relacionar los diferentes riesgos ambientales con casos específicos de asma. Estos riesgos incluían la contaminación del aire, las temperaturas exteriores y el nivel de densidad urbana.

Casi 7,500 personas del estudio desarrollaron asma en la infancia o la adultez, y casi un 12 por ciento de los casos de asma podría explicarse por factores ambientales, muestran los resultados.

Eso significa que en un ambiente más favorable, alrededor de 1 de cada 10 personas con asma no habría desarrollado el trastorno respiratorio, apuntaron los investigadores.

“Esto es útil para los políticos y otras personas involucradas en la planificación urbana. El método permite identificar áreas de riesgo en las áreas urbanas existentes, pero también se puede usar al planificar futuros entornos urbanos”, indicó el investigador principal Erik Melén, profesor de pediatría del Instituto Karolinska.

Los científicos planean ahora examinar las muestras de sangre de los participantes para averiguar cómo estos factores ambientales afectan específicamente al riesgo de asma.

De un vistazo

Prevención

De acuerdo con un estudio del Instituto Karolinska, de vivir en un ambiente más favorable una de cada diez personas con asma no habría desarrollado un trastorno respiratorio.

Siguiente paso

Los científicos planean ahora examinar las muestras de sangre para averiguar cómo los factores ambientales específicamente afectan al riesgo de asma.

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán