La Orquesta Sinfónica Juvenil de Yucatán “José Luis Chan Sabido” junto al Coro Jomel, durante el concierto “El portal de Belén”, anteayer
La Orquesta Sinfónica Juvenil de Yucatán “José Luis Chan Sabido” junto al Coro Jomel, durante el concierto “El portal de Belén”, anteayer

Desde mucho antes de que el primer arco rozara las cuerdas, el ambiente ya vibraba con algo extraordinario. anteayer, el Museo de la Canción Yucateca no solo fue un recinto, sino el escenario de la magia de la Navidad con el concierto “El portal de Belén”, que ofreció la Orquesta Sinfónica Juvenil de Yucatán “José Luis Chan Sabido”.

Ni siquiera la llovizna que cayó desde la tarde logró enfriar el entusiasmo. Mientras las nubes amenazaban con empañar la gala, el público seguía fluyendo hacia los corredores del museo, decididos a no ceder su lugar. El teléfono del maestro José Luis Chan Sabido no dejaba de sonar con dudas sobre una posible cancelación, pero la música no se detuvo.

Antes de lo previsto, el recinto ya lucía un lleno total, con una audiencia ansiosa por dejarse envolver por el espíritu navideño, revisando el programa de mano y preparando sus teléfonos para grabar parte de la velada.

Pasadas las ocho de la noche, un estallido de aplausos recibió a los músicos, quienes aparecieron radiantes, vestidos de blanco como muñecos de nieve y coronados con simpáticos gorros de Santa Claus.

A la fiesta sonora se unieron las voces del Coro Jomel, dirigido por la maestra Nidia Góngora Cervera, y el talento emergente de las alumnas de violín de la maestra Denisse Carvajal Arceo.

La magia comenzó con el clásico “Let it snow”, envolviendo el ambiente tropical con la nostalgia de la nieve. La pieza, popularizada por voces como las de Frank Sinatra y Dean Martin, dio paso al villancico de origen francés “Oh holy night”, de Adolphe Adam, interpretado a lo largo del tiempo por figuras como Luciano Pavarotti y Mariah Carey.

Posteriormente, el piano se convirtió en el gran protagonista de la mano del maestro Hwa Lee, quien conmovió al público con “Let there be peace on earth”, de Sy Miller y Jill Jackson. Pero el viaje no se quedó allí, Hwa Lee también demostró su virtuosismo al interpretar la pieza de Bach-Busoni, “Nun komm, der heiden heiland”. No faltaron los himnos universales como “Noche de paz”, ni el ritmo contagioso de “Santa Claus llegó a la ciudad”, que puso a los asistentes a tararear desde sus asientos, recordando la energía de las versiones de Luis Miguel.

Tras el intermedio, el juguetón “Paseo en trineo” de Leroy Anderson despertó las sonrisas de todos. El clímax de la noche llegó cuando el público dejó de ser espectador para volverse intérprete; durante el tradicional “Canto para pedir posada”, las voces de los asistentes se fundieron con la orquesta.

Para el gran final, la energía estalló con los acordes de “Jingle bell rock” y la infaltable “Feliz Navidad” de José Feliciano, que el público celebró con aplausos prolongados y ovaciones de pie.— IVÁN CANUL EK

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán