El Papa celebra una misa. El Vaticano podría modificar las fechas de las procesiones de Semana Santa

Analizan fechas de procesiones de Semana Santa

ROMA (EFE).— El papa Francisco concedió indulgencias especiales a los enfermos con coronavirus, a sus familiares, al personal sanitario y a todos los que les cuidan, informó ayer la Santa Sede en un comunicado.

La Penitenciaría Apostólica elaboró un decreto en el que se conceden indulgencias especiales a los fieles en la actual situación de pandemia, que en Italia ha causado más de 3,400 fallecidos y más de 41,000 contagios.

“El documento establece la indulgencia plenaria para los fieles afectados por el coronavirus, sometidos a cuarentena por orden de la autoridad de salud en los hospitales o en sus propios hogares si, con un alma separada de cualquier pecado, se unirán espiritualmente a la celebración de la Santa Misa, recitan el Rosario, se unen a la práctica piadosa del Vía Crucis o realizan otras formas de devoción como recitar el Credo, el Padre Nuestro y una oración a la Virgen.

Además de esto, estas personas deben tener la voluntad de cumplir con la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración tan pronto como les sea posible.

Se les otorgan también indulgencias especiales a los familiares, a los trabajadores sanitarios y a todos los que, exponiéndose al contagio, ayudan a los enfermos.

La Penitenciaría Apostólica indica que concede la indulgencia también a aquellos fieles que rezan para pedir el cese de esta pandemia, el alivio de los que sufren y la salvación eterna de los fallecidos.

Además, la Iglesia católica reza por aquellos que no pueden recibir la unción de enfermos y concede la indulgencia plenaria en el momento de la muerte, siempre y cuando se haya recitado habitualmente algunas oraciones durante la vida, indica el decreto.

Para alcanzar estas indulgencias, la Penitenciaría Apostólica recomienda el uso del crucifijo o la cruz.

El papa Francisco ha expresado en varias ocasiones en los últimos días su cercanía con los enfermos de coronavirus y ayer durante la homilía de la misa en Santa Marta citó el Catecismo y la “contrición” que perdona los pecados mientras la persona espera poder confesarse.

“Tú mismo puedes acercarte, como nos enseña el Catecismo, al perdón de Dios sin tener un sacerdote a mano. Piensa en ello: es la hora, este es el momento adecuado, el momento oportuno. Un acto de dolor bien hecho, y así nuestra alma se volverá blanca como la nieve”, indicó.

Por otra parte, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos emitió un comunicado en el que plantea sugerencias para celebrar la Semana Santa ante la difusión del coronavirus y sugiere que las procesiones se celebren en septiembre.

Esta institución vaticana cuyo prefecto es el cardenal Robert Sarah explica en el documento que las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de la Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del obispo diocesano, podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo el 14 y 15 de septiembre.

Por tanto, las procesiones ya suspendidas para esta próxima Semana Santa podrían salir a la calle en esas fechas, si así lo decide el obispo.

El documento da libertad a los obispos, pero establece indicaciones en este difícil tiempo en el que estamos viviendo a causa de la pandemia del Covid-19 considerando el impedimento para celebrar la liturgia comunitariamente.

Explica que solo la misa crismal, en la que se bendicen los óleos que se utilizaran para los sacramentos durante el año, puede ser pospuesta, mientras que no es posible en el resto de los actos de la Semana Santa.

Piden que, aunque las misas del llamado Triduo Pascual se hagan sin gente, se avise a los fieles de su comienzo para que puedan unirse en oración desde sus propias casas y se apoya el uso de los medios de comunicación y tecnologías para difundirlas,

En el Jueves Santo se pide celebrar la misa, aunque sea sin fieles, pero omitir la ceremonia del lavado de los pies, así como la procesión final que se celebra al término de la ceremonia.

Mientras que el Viernes Santo también se insta a los sacerdotes a decir la misa igualmente y establecer una especial intención por los enfermos, los muertos y quienes han sufrido alguna pérdida.

En la misa de la Vigilia que se celebra el Sábado se omite también la procesión que se realiza tras encender el cirio.

En el Vaticano aunque se comunicó que los actos de la Semana Santa se realizarían sin fieles, aún no se ha comunicado en qué modalidades el papa Francisco decidirá celebrarlos y si se producirá la tradicional bendición Urbi et Orbi o qué ocurrirá con el Vía Crucis, que tradicionalmente se llevaba al cabo en el Coliseo de Roma.

 

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