El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden está impulsando una campaña económica bastante grande para apoyar a la clase media, expandir la atención médica, aumentar los impuestos para los ricos e invertir billones de dólares en infraestructura de energía verde. También tendrá que hacer frente a los crecientes costos para combatir la pandemia de coronavirus y el daño económico que está causando.

A continuación les presentamos los detalles de su plan de estímulo por el COVID-19 y los objetivos políticos más amplios:

• Proporcionar un seguro médico para el 97% de los estadounidenses en el transcurso de 10 años.

• Incrementar los ingresos fiscales adicionales en $ 4 billones, aumentando la tasa impositiva máxima al 39,6% y aumentando la tasa impositiva corporativa al 28%.

• Perdonar la deuda de préstamos estudiantiles y hacer que la universidad sea gratuita para aquellos que tienen ingresos anuales menor a $ 125,000.

• Aumentar el salario mínimo a $ 15 la hora y abolir las leyes de derecho al trabajo.

• Ampliar las políticas de “comprar productos estadounidenses” para hacer que los productos estadounidenses sean más competitivos.

• Invertir $ 1.3 billones en infraestructura durante 10 años.

• Durante su primer mandato como presidente, gastar $ 2 billones en desarrollo de energía limpia.

Plan de rescate de los Estados Unidos

El presidente Joe Biden anunció oficialmente su plan de estímulo por el COVID-19 de $ 1.9 billones el 15 de enero del año pasado, 2020. “La economía real está sufriendo mucho. Pero usted no verá este dolor si su sistema de indicadores mostrará cómo están las cosas en Wall Street”.  Biden cita lo que muchos economistas llaman una “recuperación en forma de K” y agrega que “las riquezas del 1% de la población ha crecido alrededor de $ 1.5 billones desde fines del año pasado, cuatro veces de la riqueza de la clase media (más del 50% de la población de la Estados Unidos)”.

Financiar programas antivirales, fortalecer las redes de seguridad social para quienes están al borde del abismo y ayudar a los gobiernos de los Estados y locales son objetivos claves del plan de rescate estadounidense. En los primeros 100 días de su introducción, Biden quiere abrir la mayoría de las escuelas y administrar 100 millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19.

En las próximas semanas, anunciará un plan de recuperación económica por separado que incluirá inversiones en infraestructura, manufactura y otros gastos no relacionados con los gastos por el COVID-19, para “crear millones de empleos bien pagados adicionales, combatir la crisis climática y restaurar la economía”.

El plan de rescate estadounidense no menciona un aumento de impuestos, lo que significa que el gobierno federal lo pagará aumentando la deuda pública. El presidente se ha pronunciado enérgicamente contra los temores de déficit durante la pandemia y se ganó el elogio de los seguidores más progresistas de su partido, demócrata.

Los principales elementos del plan de rescate estadounidense son los siguientes:

• $ 1 billón de ayuda directa: Un cheque de $ 1400 por persona, además de los $ 600 ya pagados. Prorrogar la moratoria sobre el seguro por desempleo y los desalojos hasta septiembre de este año, 2021, y elevar el primer cheque a $ 400 por semana; $ 25 mil millones en asistencia de alquiler y $ 5 mil millones en facturas de luz y agua. $ 5 mil millones en asistencia de emergencia para personas sin hogar. Financiamiento para programas de nutrición y cuidado infantil. Prórroga del crédito fiscal por cuidado de niños por un año. Aumentar el salario mínimo federal, que ha sido de $ 7,25 la hora desde 2009, a $ 15 la hora.

• Esfuerzos de la salud pública y la reapertura de las escuelas ($ 400 mil millones): Un programa nacional de vacunación de $ 20 mil millones, expansión “masiva” de las pruebas para COVID-19; $ 50 mil millones para contratar 100 000 trabajadores de salud pública adicionales, $ 30 mil millones para financiar la ayuda en casos de desastre.

• Apoyo a las comunidades locales ($ 440 mil millones): Ayuda a los gobiernos que enfrentan la escasez de ingresos para mantener en el trabajo a los principales funcionarios públicos; subvenciones y préstamos para pequeñas empresas; $ 20 mil millones para agencias de transporte público.

• Fortalecimiento de la ciber-seguridad ($ 10 mil millones): Después del hacker ataque de SolarWinds que afectó a las agencias federales, Biden quiere modernizar y asegurar la tecnología de la información federal.

Impuestos

El presidente Joe Biden quiere tener un código fiscal progresivo para impulsar a la economía de los Estados Unidos. Se espera que su plan genere alrededor de $ 4 billones en ingresos adicionales durante diez años.

Según el Centro de la política de impuestos, “el 20% de los hogares con los ingresos más altos (los que ganan alrededor de $ 170 000) soportará casi el 93% de la carga y el 1% más rico soportará casi las tres cuartas partes”.

A continuación les presentamos una lista con los cambios que Biden quiere hacer:

• Elevar la tasa máxima del impuesto sobre la renta del 37% al 39,6%.

• Tributación de las ganancias de capital y dividendos a tasas regulares para individuos con ingresos anuales superiores a $ 1 millón.

• Tributación de las plusvalías latentes en caso de fallecimiento.

• Aplicar el impuesto sobre la nómina del seguro social para aquellos que ganan más de $ 400,000 al año.

• Elevar la tasa máxima del impuesto sobre la renta del 21% al 28%.

• Establecer un impuesto mínimo del 15% sobre balance de las ganancias de las grandes empresas (no menos $ 100 millones de ganancia neta anual).

• Control y corrección de la tasa impositiva sobre las ganancias recibidas de subsidiarias extranjeras de empresas estadounidenses será del 21%.

Infraestructura y cambio climático.

Cuando Joe Biden todavía era vicepresidente, se refirió una vez al aeropuerto de “LaGuardia” de Nueva York, como un “aeropuerto del tercer mundo” y en su discurso sobre las infraestructuras de los Estados Unidos dijo:

“Necesitamos carreteras, necesitamos vías fluviales, necesitamos puertos para transportar nuestros productos. Necesitamos carreteras y transporte para que los trabajadores lleguen y regresen de sus trabajos. Necesitamos una banda ancha ultrarrápida para conectarnos, de internet. Esto no es un lujo, es una necesidad absoluta para competir con el resto del mundo”, dijo Biden en Brookings. “Necesitamos grandes inversiones en infraestructura: carreteras, puentes, aeropuertos, banda ancha. Llevamos demasiados años de retraso y nosotros nos lo podemos permitir”.

Biden quiere invertir 1,3 billones de dólares en infraestructura, en el transcurso de diez años. Esto incluye $ 50 mil millones en reparaciones de carreteras en el primer año, magistrales y puentes, $ 20 mil millones en infraestructura de banda ancha rural, $ 400 mil millones de inversión en 10 años para una nueva agencia federal de investigación e innovación en energía limpia, $ 5 mil millones en cinco años en tecnología, baterías para vehículos eléctricos y $ 10 mil millones en 10 años para proyectos de tránsito que atienden áreas de alta pobreza.

En el sitio web del presidente se dice que apoya el Green New Deal, se reincorporará al Acuerdo de París y quiere que los Estados Unidos tenga un sector energético libre de carbono, para el 2035. Lograr cero emisiones para 2050 a más tardar.

Bidem, también quiere crear un nuevo Departamento de Justicia Ambiental y Climática, en el Departamento de Justicia. Para crear una economía 100% verde y crear millones de “buenos empleos para los sindicatos”, planea invertir en nuevas infraestructuras, transporte público, electricidad limpia, la industria de vehículos eléctricos, edificios de viviendas y agricultura.

En general, su plan climático requerirá 2 billones de dólares en gastos federales durante su primer mandato. Biden tampoco quiere cambiar la negativa de Trump a prohibir la fracturación hidráulica, pero prohibirá nuevos permisos para perforar pozos de petróleo y gas en tierras federales y en alta mar, cerrar pozos de petróleo y gas abandonados y restaurar y devolver los antiguos sitios de producción.

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(I.S.)