En su tercer día de comparecencias ante el Senado de Estados Unidos, la jueza Amy Coney Barrett, postulada por el presidente Donald Trump para cubrir una vacante en la Suprema Corte, se abstuvo de pronunciarse sobre temas controvertidos.
Uno de esos temas fue el alegato de Trump de que un presidente de EE.UU. tiene todo el derecho de indultarse a sí mismo. “Ese tema nunca se ha litigado”, dijo la jueza y luego subrayó que “nadie está por encima de la ley”.
Otro tema sobre el que evitó pronunciarse fue el aborto.
