Cumbre de Ministros de Salud del G-20
Los ministros de Salud, Roberto Speranza (derecha), de Italia, y Mikhail Murashko (izquierda), de Rusia, durante la Reunión de Ministros de Salud del G20 en Roma, Italia, este domingo 5 septiembre de 2021.- (EFE / EPA / Riccardo Antimiani)

En la Cumbre de Ministros de Salud, Rusia pidió al G-20 reconocer la certificación de vacunación aprobada por organismos autorizados

ROMA, Italia.- A un mes de celebrarse la Cumbre de líderes del G-20 en Roma, se llevó al cabo este domingo, la Cumbre de ministros de Salud del Grupo de los Veinte.

En su participación, Mijaíl Murashko, ministro ruso de Salud, pidió a sus homólogos el reconocimiento mutuo de los certificados de vacunación contra el coronavirus.

“Es necesario elaborar enfoques comunes para levantar las restricciones a los viajes transfronterizos de personas vacunadas. Para ello, es importante considerar el reconocimiento mutuo por parte de los estados del G20 de los certificados con vacunas aprobadas por sus organismos autorizados“, dijo Murashko.

En la sesión de mañana lunes del G20 de ministros de Salud, los participantes analizarán cómo garantizar el acceso global a las vacunas contra la Covid-19, en especial para los países más pobres, para que puedan inmunizar a sus poblaciones, al mismo tiempo, debatirán sobre cómo reforzar los sistemas sanitarios nacionales, así como la cooperación para responder a futuras emergencias de Salud.

Universalidad del servicio sanitario

Por su parte, Roberto Speranza, ministro italiano de Salud señaló que, “se dan las condiciones para firmar el ‘pacto de Roma’, que para mí significa el desafío de intentar reforzar nuestros servicios sanitarios nacionales, invertir más en ellos e iniciar un camino de cambio significativo que permita defender la universalidad del servicio sanitario nacional, es decir, la idea de que una persona, si está enferma, pueda ser curada con independencia de su condición económica, del lugar de nacimiento y del color de su piel“.

En el ámbito de la pandemia, el ministro italiano dijo que esto se traduce en “la voluntad de llevar las vacunas a todas partes, sobre todo a los países más frágiles” y construir “las condiciones para que las vacunas sean un derecho de todos y no un privilegio de unos pocos”.