El parque de San Juan fue alguna vez un apacible y romántico rincón de la ciudad pero en la actualidad ya es parte del ajetreo cotidiano que se vive en el centro de Mérida.
Vendedores ambulantes y decenas de transeúntes, así como taxis colectivos y autobuses de transporte foráneo que ahí tienen sus paraderos son parte del panorama actual de esa zona.
Está ubicado a tres cuadras de la Plaza Grande sobre la calle 62 y por muchos años fue el final del derrotero de los desfiles del Carnaval de Mérida. De hecho, ahí se montaba una pequeña feria donde chicos y grandes disfrutaban de las fiestas carnestolendas.
Un barrio de origen colonial
Sin embargo, el origen de esta plazuela se remonta a la época colonial, pues en el siglo XVI existió a su alrededor un poblado indígena que con el paso del tiempo fue absorbido por el crecimiento de la mancha urbana.
Ahí se erigió una ermita dedicada a San Juan Bautista a quienes los pobladores de aquella zona acudieron devotos cuando fueron afectados por tres mangas de langosta entre 1552 y 1666.
Hacia 1700 San Juan contaba ya con una población compuesta por criollos, mestizos, pardos e indígenas.
Fue hasta 1769 que, con el apoyo del Dr. Agustín Francisco de Echánove, se inició la construcción de la iglesia, la cual quedó concluida al año siguiente.
Desde entonces fue el centro de la devoción que se manifestaba en ese rincón de la ciudad con procesiones y celebraciones especiales para pedir y agradecer los favores del santo patrono.
El corredor lateral sur que antecede a la sacristía del actual templo, de estilo arquitectónico mudéjar, posiblemente sea lo que se conserva de la primitiva ermita de San Juan.
En ese sitio también se fundó, a principios del siglo XIX, la sociedad política liberal de los Sanjuanistas, que encabezó el padre Vicente María Velázquez.
Parque con hermosos atractivos
El parque no fue construido sino hasta el año de 1885 bajo el mandato del gobernador de ese entonces, Gral. Octavio Rosado Reyes y una vez concluido fue bautizado con el nombre de Plaza Velázquez en honor al sacerdote independentista.
Uno de los aspectos más emblemáticos de este parque es que cuenta con una fuente que es alimentada con el agua que brota del cántaro de la diosa Venus, una estatua que es mejor conocida como “La Negrita” y que algunos historiadores afirman, estuvo primero en el parque de Santa Ana.
Otra estatua que se encuentra dentro del perímetro del parque de San Juan es el del Lic. Benito Juárez García, destacado presidente de México.
Esta obra fue iniciada por el último gobernador porfiriano de Yucatán, el Lic. Olegario Molina Solís y fue concluida durante el gobierno interino del Sr. Enrique Muñoz Aristegui.
San Juan también es conocido por el arco que se levanta en el sector sur-poniente del parque sobre la calle 64 y que tenía la función de marcar los límites de la ciudad y entrada al “Camino Real” de Capeche.
La última remodelación de este parque fue en 2009, durante la administración municipal del Ing. César Bojórquez Zapata.
