MÉRIDA.- Una aventura inesperada vivieron los visitantes del cementerio Xoclán, pues un enjambre de abejas atacó a una pareja de esposos, quienes terminaban de limpiar la tumba de sus familiares, “¿será que sus suegros son bromistas?” cuestionó una persona. Pues la tumba que arreglaban era de los papás de su esposa.
Leoncio D.N., quien fue atacado por las abejas junto con su esposa María C.Q.J., sólo sonrió, pero uno de los múltiples curiosos que contemplaban la escena expresó “puede ser que sea eso”. El enjambre de abejas cambió por un momento la dinámica del cementerio, que se centró en el ataque de los insectos, el cual ocurrió alrededor de las 10:30 de la mañana en la sección F de Xoclán.
Leoncio, de 57 años, contó que estaban terminando de limpiar la tumba de sus suegros, y ya habían colocado flores y veladoras, y sólo estaba echando un poco de agua en la tierra donde acababa de quitar unas yerbas, cuando su esposa le dijo “me está picando una abeja”.
”Al voltear, veo que sí, la estaban picando no una sino varias abejas, entonces con un trapo que tenía en las manos le tapé la cabeza, porque las abejas se estaban enredando en su cabello, y nos alejamos del lugar lo más rápido posible”.
Sin embargo, algunas abejas los siguieron y continuaron picándoles.
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El hombre se llevó la peor parte, pues María le dijo a su esposo que en la tumba se quedó su bolsa con su dinero y teléfono celular. El hombre trató de ir por el bolso, pero antes de llegar siquiera a la tumba fue recibido por el enjambre de abejas, y no tuvo más remedio que correr al lado opuesto. Con la camisa sobre la cabeza trató de cubrirse del ataque, mientras que los insectos revoloteaban sobre él.
Enseguida se dio aviso a la policía municipal que estaba custodiando el orden de llegada y salida de los visitantes.
Tres oficiales se apersonaron al sitio, y mandaron llamar a un paramédico para atender al matrimonio que sufrió las picaduras.
Preocupada de que alguien le fuera a robar su bolso, María trataba de vigilar sus pertenencias a escasa distancia, mientras su esposo le insistía en que se alejara de ahí.
Uno de los policías se aventuró a ir a recoger el bolso cubriéndose la cabeza con una camisa que le prestaron en ese momento, y así la mujer, ya más calmada se sentó junto a su marido a esperar al paramédico, quien al llegar los valoró, tomando la presión arterial, revisando las picaduras para ver si ya no tenían aguijones clavados, y haciendo preguntas sobre si son alérgicos a algo, y si no sentían alguna picazón o reacción en la garganta. Ambos dijeron que no.
Leoncio contó que se quitó más de 10 aguijones de abejas, pero no estaba preocupado, pues años atrás trabajó en un apiario, de manera que no es la primera ocasión que es picado por estos insectos.
El año pasado le robaron en el Cementerio
Compartió que el año pasado cuando acudieron al sitio a visitar a sus familiares difuntos, sus suegros y un sobrino, entre otros, estacionó su auto afuera del cementerio, como hacen muchas personas, pero al salir vio su vehículo abierto, y se percató que le robaron todas sus herramientas y su teléfono celular que había dejado en el interior, así que las visitas al cementerio no han sido muy gratas estas dos últimas veces.
A los visitantes que tenían que debían pasar cerca del lugar les avisaban del enjambre de abejas y de que no se podía pasar por el sitio; “ya no puede uno visitar a sus muertos tranquilamente”, dijo una mujer.
La policía municipal llamó a los bomberos para que se hicieran cargo del enjambre; pero mientras llegaban, un hombre que limpiaba una tumba cerca del lugar donde se encontraba el enjambre provocó humo para que los insectos se fueran y no le picaran, pero esto ocasionó que las abejas se dispersaran por los alrededores.
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Uno de los empleados del cementerio, indicó que era raro que hubiera un enjambre, pues hace un mes se limpió el sitio, y pasaron desfibradoras por todo el lugar, por lo que consideró que, si las abejas hubieran estado ahí, el ruido las habría espantado y hubieran atacado, por lo que cree que el enjambre se formó hace poco.
Apenas el sábado se registró un ataque de abejas en el Cementerio General de esta ciudad, pero en ese caso se tuvo que cerrar el panteón, pues el ataque fue mayor.- Iris Ceballos Alvarado
