Para responder a las necesidades de su comunidad, los jóvenes no deben perder la capacidad y la oportunidad de escuchar la realidad, afirma José Ricardo Marchand Aguilar, líder del programa “Buen Convivir Yucatán”.
Él será uno de los panelistas que participarán en el Encuentro Nacional USEM Joven, que se efectuará la próxima semana en Mérida.
En el encuentro, que reunirá a jóvenes empresarios de varias ciudades de México, Marchand Aguilar ofrecerá la conferencia “Nuevos Horizontes, comunidades empresariales”, enfocada a concebir a la empresa como una comunidad, una comunidad formada no solo por trabajadores, sino también por sus familias.
Entorno empresarial, en unión con el familiar y social
En una entrevista con el Diario, el joven empresario señala que las preocupaciones actuales en el entorno empresarial son las mismas de los entornos familiar y social.
“La realidad es que hay dificultades en la vida personal y familiar que hacen que muchas veces el trabajo ya no se pueda hacer con la misma fuerza”.
Por ello, en la plática abordará la idea de concebir a la empresa como una comunidad que se está formando por los mismos trabajadores y sus familias, y cómo la empresa se vuelve un espacio que pueda otorgar lo necesario para que las familias estén bien”.
“Lo que se piensa es como un nuevo nivel de compromiso social, y que no sean nada más ciertas acciones por parte de la empresa, sino cómo se construye comunidad social en los espacios donde está la empresa”.
El entrevistado señala que una de las frases que más le ha llamado la atención es la de “trabajar mi metro cuadrado”.
“Pero aquí la idea es cómo volvemos mi metro cuadrado en nuestro metro cuadrado. Cómo se vuelve lo que cada quien puede hacer en lo que podemos hacer”.
Ningún empresario por sí solo podrá enfrentar la realidad, pero tampoco ningún trabajador podrá vencer solo las cosas que necesita vencer. “La pauta es cómo la comunidad empresarial se une para responder las necesidades de sus propias comunidades”.
En ese sentido, Marchand Aguilar señala que los jóvenes no deben perder la capacidad de escuchar la realidad.
“Escuchar la realidad es súper importante. Es importante que los jóvenes entren en contacto con la realidad, que la escuchen, que no resuelvan desde su escritorio. Necesitan ver cómo viven las familias, ver cómo están los trabajadores, ver cómo son las realidades para sentir esta empatía que viven las personas con las que trabajan”.
Escuchar, una oportunidad
Según agrega, se deja de responder a la realidad cuando se empiezan dar respuestas viejas a situaciones nuevas, cuando uno empieza a quejarse de la realidad y dice: “antes era distinto”.
“Los jóvenes tienen una oportunidad gigante de escuchar, de acercarse a la realidad y también la oportunidad de meterse hasta el fondo de las cosas. Esa oportunidad de un buen voluntariado, de un buen compromiso social”.
Quien quiera resolver las cosas sin haber vivido las dificultades que viven los otros no podrá entender y terminará como aquellos empresarios que tienen respuestas que aplican, pero no funcionan, señala.
“En la medida que conocemos la realidad vamos dando respuestas. Lo más importante: hay que quitarnos la visión de salvador, los trabajadores también tienen respuestas”.
Por ello, enfatiza, la comunidad es la que camina junta y donde cada quien tiene una labor importante.

