Una refrescante jornada, con sabores sorpresivos y, por supuesto, los clásicos, se vivió ayer en la Feria del Helado, en la que el calor que se sintió desde la mañana y hasta la tarde avivó las ganas de saborear un helado, chamoyada, machacado, smoothies y una variedad de productos fríos que se ofrecieron en el evento.

La actividad se realizó ayer en el Parque de la Paz, donde desde temprana hora se dieron cita decenas de personas. El evento comenzó a las 10 de la mañana, y la presentación de una academia de danza, con números de baile en los que participaron numerosas niñas, hizo que padres de familia acudieran desde temprano para ver a sus hijas bailar, por lo que el movimiento en la feria se notó desde temprano.

Para el mediodía una ola de personas llenaba los espacios, muchos buscando caminar bajo los toldos instalados para protegerse de los intensos rayos del sol.

Algunas mesas y sillas fueron instaladas bajo los árboles, por lo que los visitantes aprovecharon el espacio para sentarse ahí a degustar sus helados o cualquiera de las variedades frías que se ofrecieron, ya que había paletas, bolis, frapés de café, chamoyadas, machacados, y hasta micheladas, gomichelas, pitufos, mangonadas y piñas coladas.

Estos últimos a partir del mediodía se podían servir con cerveza o licor.

Tequila y chocolate

La variedad que se podía encontrar fue extensa y diversa, con sabores que iban desde los clásicos como coco, limón o chocolate, hasta variedades como tinto de verano, baileys, chocotequila, carajillo, tamarindo con tequila, café de olla y algunos exóticos como el de relleno negro y aguacate.

Al ver a un visitante consumir el helado de relleno negro, le preguntamos qué le pareció y expresó que es un sabor exótico, dulzón y que en la parte de arriba asemeja a estar comiendo but.

Otra persona indicó que estaba muy bueno, y le había gustado. Una joven que consumió el helado de aguacate señaló que estaba muy rico y cremoso, y que no se imaginó que se podía hacer uno con esta fruta.

Fue la heladería Subterra de Tizimín la que ofreció estos helados, que fueron los más exóticos o raros.

Rodrigo Aguilar, propietario del negocio, indicó que todo comenzó porque quería poner un restaurante, pero en el camino la heladería llamó su atención y se le ocurrió, por un reto, hacer helados fuera de lo común.

Además del de relleno negro, elaboran uno de cochinita pibil y ya tiene un nuevo sabor listo para lanzar: el de panucho, que es frito.

Otros helados que llamaron la atención fueron los de fruta que se sirven en su propia cáscara y los de sabores como piña, coco, melón, mamey, manzana, naranja y elote.

Las mamás compartieron sus helados incluso con los más pequeños de la familia, como los niños en carriola.

En el evento también se tuvieron stands de comida, galletas, dulces, de artesanías en madera, joyería y bisutería fina, bolsos, ropa y productos de miel, entre otros.

Los negocios, particularmente los de helados y otras variedades frías, registraron buenas ventas y en algunos casos se hicieron filas para adquirir los productos.— Iris Ceballos Alvarado