• El pintor Mario Quiñones Ayala muestra una de las réplicas de las esquinas de Mérida que realiza. El artista también decora leks y jícaras
  • GNLOC PERFIL DE MARIO QUIÑONES, ARTISTA Y ARTESANO DE SINANCHÉ (DDÍA) CORTESÍA
  • Un lek decorado, una de las obras que el pintor Mario Quiñones (foto de la izquierda) crea. Con 28 años de experiencia, el artista busca conservar la cultura yucateca en cada una de sus obras

“El Toro agachado”, “El Chupaflor”, “El Chomac”, “El Tamarindo”, “El Foco eléctrico” y “El Golpe” son solo algunas de las peculiares placas que se pueden ver en las esquinas del Centro Histórico de Mérida.

Estas placas en las esquinas fueron instaladas en los años ochenta y servían para identificar las calles. Actualmente muchas personas continúan haciendo referencia a estas placas.

“Es una bonita tradición que a muchos nos trae recuerdos. De niño viví en la esquina del ‘Tamarindo’, por eso tengo una placa de esta calle decorando la sala de mi casa”, comenta Mario Quiñones Ayala, pintor y artesano que crea réplicas de estas placas.

“La idea original de estas réplicas es del artista Martín Pérez Ponce. Él inició con esto y lo que hoy estoy haciendo es continuar con el legado, ya que falleció hace unos años, y el producto tenía mucha demanda”, indicó Quiñones. “Durante muchos años mi hija Dulce, que también es pintora, y yo colaboramos con el señor Pérez Ponce, por eso estamos continuando con las réplicas, siempre dejando en alto el nombre de ese artista”.

El artesano comenta que lo más complicado de realizar las réplicas es respetar cada detalle, cada línea y el estilo de las letras. “Incluso el lienzo que manejamos le da una textura de piedra, como las que se encuentran en las esquinas”.

Además de estas réplicas, Mario Quiñones trabaja con materiales reciclados y productos del campo yucateco que están en peligro de desaparecer.

“Una de las obras que más me piden son los leks y las jícaras. Además de usarlos para guardar las tortillas o beber agua, estas piezas decoran el hogar”, indica. “Conservamos la cultura con arte”.

Una vida dedicada al arte

Con 28 años de trabajo en ese ramo, Quiñones realiza desde restauración de imágenes de santos hasta murales. “La restauración de santos es algo que disfruto mucho, pero casi no hago, porque lleva mucho tiempo. Tienes que moldear las partes rotas y crear esas partes, luego pintar y barnizar”, señala.

“Es un trabajo bonito. En la iglesia de mi pueblo, Sinanché, he restaurado muchas imágenes. De hecho he tenido que trabajar dentro de la iglesia por lo complicado que es mover estas piezas”.

El señor Quiñones recuerda que hace 28 años decidió dedicarse de lleno a la pintura y al arte, situación que no fue fácil, pero con el apoyo de su esposa, Amira, logró.

“Este trabajo es noble, con el apoyo de mi esposa hemos logrado mucho, sacamos adelante a nuestras hijas, Dulce, Aracely y Fernanda. De hecho las tres tienen su lado artístico y siguen mis pasos”.

El artesano comenta que además de crear cada obra, este trabajo le satisface.

“Haces muchas relaciones públicas, conoces mucha gente interesante y es un trabajo muy desestresante, que además de disfrutarlo te genera ingresos”, concluye.

Mario Quiñones tiene su “casa-taller” en el municipio de Sinanché. Para conocer más sobre sus obras puede ingresar a la páginas de Facebook Artesanias Yucatecas Quiñones y Artesanías “Colores Yucatecos” o comunicarse al número 9991-51-07-89.