MÉRIDA, Yucatán.— Golpes, empujones y gritos se presentaron durante la manifestación de trabajadores del Poder Judicial federal hoy en el Congreso local.
La protesta empezó con un bloqueo pacífico de los accesos del recinto legislativo. En su intento por evitar que se avalara en el Legislativo yucateco la polémica reforma judicial, los trabajadores judiciales entraron forzando las rejas del sitio.
Se apoderaron de la sala de sesiones del Congreso y algunos subieron al presídium durante la plenaria.
Desde las 11 horas los trabajadores del Poder Judicial federal empezaron a llegar. Instalaron carpas en la explanada de adelante y en la entrada de vehículos de los diputados, por lo que algunos tuvieron que bajarse y entrar a pie. Los inconformes gritaban consignas de su lucha contra las reforma judicial.
Wilmer Monforte Marfil, coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, dijo que al menos a él lo golpearon en la espalda.
Una mujer se subió a la mesa del presídium del Congreso y otros la brincaron para llegar a los empujones con los diputados. El legislador morenista afirmó que no presentarán denuncias.
“Sin comentarios, nada más de lo que ya saben, prohibido prohibir”, dijo.
A los trabajadores del Poder Judicial federal les avisaron que ayer mismo aprobarían en el Congreso local la reforma. Acudieron para pedir a los diputados que no lo hagan, dijo René Escalante Cámara, uno de los trabajadores.
Unas 200 personas que llagaron al Congreso gritaban consignas como “justicia sin partido”, “Poder Judicial, contrapeso nacional”, “Poder Judicial, no es por mí, es por todos”. Estaban en ese momento afuera del recinto. En el interior los diputados se disponían a iniciar la sesión.
Imposible contenerlos
Los inconformes empezaron a empujar las rejas y adentro unos 10 elementos de seguridad y policías trataban de contenerlos. Por otra reja donde no habían guardias lograron romper el candado y entraron corriendo a la sala de sesiones, donde ya no pudieron contenerlos. Aprovechando su ventaja numérica sobre el personal de seguridad y escasos policías que había adentro, los trabajadores del Poder Judicial llegaron a las curules de los diputados y se posesionaron del área de la tribuna.
Los gritos eran fuertes, algunos incluso con megáfonos, al grado de que ya no era posible escuchar a Neyda Pat Dzul, diputada de Morena y presidenta de la mesa directiva, a pesar de que es esforzaba y casi gritaba en el micrófono presionada por el expriista Martín Chuc Pereira, secretario general del Congreso, quien le gritaba que continuara con la lectura para desahogar a la fuerza la sesión. Esto a pesar de que los inconformes que ya estaban entre los diputados y rodeaban la mesa del presídium.
Sin garantías de seguridad
Los diputados trataban de escuchar y seguir la sesión, mientras algunos legisladores del PAN buscaban que se pidiera una moción de orden, sin que les hicieran caso.
Martín Chuc le gritaba a la presidenta de la mesa directiva “lea, lea”, al tiempo que él mismo le sujetaba la carpeta con la guía para sacar la sesión.
La trabajadora judicial Mildred Berrón ya estaba sobre la mesa y trataba de evitar que siga la sesión, y otros compañeros desde abajo restregaban la Bandera en la cara de la legisladora.
Harry Rodríguez Botello, diputado del PVEM, subió a la tribuna a pedir que se decrete un receso y cambiar la sede para continuar, como también decían los panistas y priistas, pues así lo establece la ley cuando no hay garantías de seguridad para los legisladores.
Martín Chuc no le hizo caso y seguía presionando a la presidenta para que concluya la sesión.
Alvaro Cetina Puerto, diputado del PAN y secretario de la mesa directiva, trataba de pedir a la presidenta de la mesa que se fueran a un receso. Luego se hizo de palabras con Martín Chuc, quien pidió ayuda a los diputados de Morena y subió Alejandro Cuevas Mena, con quien el panista se enfrentó a gritos y empujones.
En ese momento algunos de los inconformes que rodeaban la mesa empezaron a brincar y empujaron al hoy morenista Cuevas, pero ya para entonces por fin concluían la sesión que duró unos 25 minutos.
Se clausuró la plenaria y los diputados de inmediato salieron entre empujones, golpes y gritos de traidores. Los inconformes decidieron permanecer entre las curules y cubrir la mesa de la tribuna con la Bandera. Cerca de las 14 horas abandonaron el Congreso porque les informaron que ya se armaban expedientes para detener a quienes violentaron la sesión.— DAVID DOMÍNGUEZ MASSA
También le podría interesar: “Hoy se definirán las comisiones en el Congreso de Yucatán“

























