CIUDAD DE MÉXICO.- Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán habría intentado llevar la guerra entre el gobierno de México y el narcotráfico al siguiente nivel en 2009 con la compra fallida de misiles y demás armamento de guerra.

Esto de acuerdo con las 300 transcripciones de audiencias, juicios, llamadas e intercepción de comunicación del narcotraficante sobre el Cártel de Sinaloa, obtenidas y citadas por Milenio en febrero de este año.

La historia de ‘El Chapo’ y sus intento de comprar armas en EE.UU.

El 26 de noviembre de 2009 el agente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) Thomas Gómez se preparaba para festejar el Día de Acción de Gracias pero recibió una llamada del informante 1261, un activo encubierto que se hacía pasar por un traficante de armas.

El informante 1261 indicó que un sujeto en apariencia hispano con un apodo “muy mexicano”, ‘El Gordo’, que quería intercambiar 2.04 kilos de metanfetaminas por armas de uso militar con características propias de las fabricadas y usadas por Estados Unidos en conflictos internacionales.

El sujeto fue identificado como David Díaz Sosa, de entonces 26 años y origen sinaloense, quien envió ocho correos electrónicos con las especificaciones de las armas que el Cártel de Sinaloa buscaba.

El pedido fue tan inusual que el agente encubierto no supo qué hacer y llamó a Gómez durante una de las celebraciones más importantes para los estadounidenses, lo que llevó a una operación encubierta mayor en contra del Chapo, en la que participó la agente de la DEA, Hope MacAllister, también involucrada en el operativo ‘Rápido y Furioso’ de ese 2009.

Guerra contra el narco y operativo ‘Rápido y Furioso’ en el sexenio de Felipe Calderón

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¿Qué armas intentó comprar ‘El Chapo’ en EE.UU.?

‘El Gordo’ estaba a cargo de cumplir con la demanda de Guzmán Loera de adquirir armas altamente restringidas como misiles antiaéreos capaces de derribar jets comerciales y cohetes antitanque de la misma potencia que los empleados en la guerra entre Rusia y Ucrania.

“La sofisticación de estas armas era no era algo que podías comprar en Cabela’s (tienda de artefactos para cacería deportiva en EE.UU.). Estas armas se utilizaban para la guerra […]  Como usted bien sabe, había una guerra, una guerra contra las drogas (en México)”.

El 3 de diciembre de ese año el informante 1261 se reunió con ‘El Gordo’, quien le comunicó por teléfono con su jefe, identificado como Enrique, para concretar la compra de las armas.

Misil Stinger que intentó comprar ‘El Chapo’ Guzmán a EE.UU.

Enrique indicó que buscaban 13 misiles tierra-aire portátil “Stinger”, utilizados por el Ejército de EE.UU. para derribar aeronaves en conflictos armados en el extranjero como Las Malvinas, y cuyas versiones actuales se utilizan por las fuerzas ucranianas contra las rusas.

En febrero de 2010, ‘El Gordo’ agregó más armas al pedido: un lanzacohetes Bazooka, 40 granadas de 5 milímetros, ametralladoras calibre .30, siete cajas de granadas de mano, un antitanque Dragon Fire; un lanzacohetes antitanque sueco AT4 y un lanzacohetes antitanque LAW de 66 milímetros.

Las autoridades de la DEA tuvieron problemas para llevar a cabo su operación ya que la magnitud del pedido y sofisticación de las armas hizo casi imposible el conseguirlas y usarlas para engañar a los narcotraficantes.

“El gobierno no estaba listo para hacer este trato, porque no tenías las armas listas”, reveló Gómez.

Así fue el operativo de la DEA contra el Cártel de Sinaloa

Tras el primer aviso del informante 1261 sobre las intenciones del Cártel de Sinaloa de conseguir armas de guerra en Estados Unidos, el agente de la DEA Gómez solicitó la ayuda de Hope MacAllister para identificar a quienes estaban detrás de esa compra e impedir que obtuvieran dicho armamento.

Gómez y Hope MacAllister contactaron a diferentes instancias militares estadounidenses incluyendo al Departamento de Defensa para conseguir las armas y mantener el curso de la operación encubierta.

Gracias a la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) lograron que el Departamento de Estado les prestará un misil Stinger pero ‘El Gordo’ lo rechazó por estar empolvado: “quiero uno nuevo”, dijo al informante.

Por dos meses las autoridades estadounidenses demoraban la entrega de las armas porque aún no lograban conseguirlas, mientras que el Cártel de Sinaloa empezó a incrementar sus cargamentos de drogas para demostrar su “buena fe” y disposición para continuar con las negociaciones.

Detención de ‘El Chapo’ Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa

Agentes encubiertos de la DEA recibían la droga en encuentros con David Sosa que fueron grabados y que más adelante dejaron al descubierto que Joaquín Guzmán Loera e Ismael ‘El Mayo’ Zambada eran los compradores de las armas.

En las conversaciones grabadas se reflejó el apuro de los narcotraficantes por comprar dicho armamento militar.

“Sí, con todo respeto entiendo tu problema, que lleva desde noviembre, pero es muy difícil encontrar estas herramientas (armas)… y bueno, eh, también mi gente… más arriba… tengo que responderles también”, respondía el agente encubierto de la DEA.

En febrero de 2010, el sujeto identificado como Enrique dijo que harían una entrega final de 139 mil dólares por el armamento, la cual sería realizada por una sonorense identificada como Emilia Palomino en un restaurante Taco Bell de Arizona.

Operativo ‘Rápido y Furioso’ de 2009

Sin embargo, los planes de ‘El Chapo’ de concretar dichas compras se vinieron abajo cuando la evidencia recabada por el informante 1261 llevó a la captura de ‘El Gordo’ y otros de sus colaboradores.

El infiltrado logró grabar más de 50 conversaciones con los narcotraficantes además de participar en el operativo final, además de testificar en el juicio de 2011 utilizando un disfraz para salvaguardar su identidad.

El 17 de febrero de 2010, los agentes encubiertos de la DEA y la ATF juntaron la mayor cantidad de armas de destrucción que pudieron y citaron por última vez a ‘El Gordo’ y sus cómplices para la entrega en un Kmart de Phoenix.

Los criminales estaban sorprendidos por la cantidad de armas que uno de ellos: “Esas armas son malas para México”, dijo un sujeto identificado como José Jorge Castañeda.

“Este caso no se trata solo de pistolas y rifles que llevan hacia México. Se trata de cohetes, granadas, ametralladoras y misiles, verdaderas armas de destrucción en la guerra”, dijo la fiscalía ante el jurado.

Operativo ‘Rápido y Furioso’ de 2009

Según el informe de Milenio, Daniel Sosa ‘El Gordo’ fue sentenciado a 25 años en prisión, Emilia Palomino recibió 10 años y fue puesta en libertad en 2021, mientras que José Jorge Castañeda salió libre el año pasado por una reducción de sentencia.

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