CANCÚN.- La caverna Garra de Jaguar, ubicada bajo el trazo del Tramo 5 Sur del Tren Maya, y por donde corre el acuífero subterráneo más importante de Quintana Roo, está contaminada por un derrame de cemento proveniente de las obras que se realizan en la superficie.

El naturalista Raúl Padilla mostró el derrame de cemento, que fluye desde el techo de la caverna —que es el suelo por donde pasará el tren— y se seca dentro de la misma.

“El trazo del Tren Maya prácticamente parte en dos al sistema de cuevas Garra de Jaguar y actualmente está generando mucho impacto dentro del mismo. Además de fragmentar los corredores biológicos de especies importantes como el jaguar, ya comienza la contaminación del acuífero”, expuso en un vídeo.

Sobre el derrame de cemento, señaló que tiene “un impacto negativo muy grande para un sistema kárstico como este”.

El naturalista mostró también que el derrame se filtró entre las múltiples oquedades de la caverna, “prácticamente como un río”.

En 2022, Padilla mostró a El Gran Diario de México que el trazo del megaproyecto pasaría exactamente sobre esta caverna, partiéndola en dos. Ahora, casi dos años después, Padilla exhibió los daños que ya presenta el lugar.

“Esto es un impacto muy negativo al acuífero en plena crisis hídrica en el país. Estamos contaminando nuestras cuevas y el manto freático de la península de Yucatán”, aseguró.

Detectan inestabilidad

La filtración de cemento en las cuevas puede estar ligado a la colocación de pilotes. El hidrólogo Guillermo D’Christy señaló que partes del techo atravesado por los pilotes en cavernas del sistema Aktun T’uyul han comenzado a desprenderse por la vibración de la maquinaria y la porosidad del suelo kárstico, más suave en algunos puntos.

“La pura vibración de las máquinas arriba está haciendo que colapse el pedazo de las cavernas. Si se le pone aparte el gran peso, el tonelaje del concreto, el acero, todo lo que va a ser el viaducto, un tren con la vibración, eso está generando posibilidades de inestabilidad”.

Explicó que a 250 metros del Sistema Aktun T’uyul, buzos les reportaron que en otro sistema de cavernas, los pilotes hincados no llevan las llamadas “camisas de acero” para impedir el derrame de concreto.

“Ya encontraron concreto, no camisas de acero. Se está vertiendo concreto directo en algunas de esas zonas, y platicando con los operadores, referenciaron que llevan alrededor de 250 metros cúbicos de concreto y la consigna es seguir vertiendo concreto hasta que se rellene. Lo que ellos pudieron ver es que no había camisa de acero y el concreto estaba fluyendo a través de las cavernas. Eso es totalmente criminal”.

Acuífero de la Península de Yucatán, en riesgo

“No existe en la MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) la mención de un sistema de pilotes y menos de 15 mil pilas de concreto y acero sobre el suelo kárstico, en un área muy vulnerable y que atraviesa el acuífero más importante de Quintana Roo y de la península de Yucatán”, explicó D’Christy.

El hidrólogo resaltó que la mayor cantidad de cuevas y cavernas del Tramo 5 se encuentra de Playa del Carmen a Tulum y representan para los buzos de cavernas lo mismo que para los alpinistas ir al Everest.

Agregó que el acuífero de la región es muy particular, porque posee altas cantidades de cloruros —sal—, fruto de la intrusión marina proveniente del mar Caribe.

Pérdida de calidad del agua

Sin minimizar el impacto del hincado de pilotes, los rellenos y derrames de cemento o aceites en las cavernas, en el acuífero —interconectado además en toda la península—, para el director general de Centinelas del Agua, Alejandro López Tamayo, lo más preocupante es lo que sucederá a partir de la operación del Tren Maya.

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