Observatorio: Ciudadanía Católica y Análisis Social
El 2 de junio serán las elecciones 2024 Credit: EFE/ Hilda Ríos / Archivo

CIUDAD DE MÉXICO.— Este lunes, el Observatorio Ciudadanía Católica y Análisis Social del Consejo Nacional de Laicos, dio a conocer su nuevo análisis: “El Proyecto de Nación en juego este 2 de junio”.

Sobre el tema, el Observatorio considera que, en nuestro tiempo, los ejemplos de Proyecto de Nación se conocen usualmente como Capitalismo Liberal y Neoliberal, Socialismo Marxista, Socialdemocracia, Populismo de Izquierda, Populismo de Derecha, así como sus múltiples combinaciones según la realidad concreta de cada país.

También señala que, los cuatro agentes que definen los perfiles de cada Proyecto de Nación en la actual etapa histórica son:

  1. El Estado;
  2. El Mercado;
  3. La Sociedad Civil; y
  4. La Cultura y sus nexos con los tres agentes anteriores.

En la próxima elección del 2 de junio de 2024, los electores de México van a definir si optan por dar continuidad, en una segunda etapa, al Esquema Político Social establecido por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, o bien, optan por asumir la propuesta de la coalición denominada “Fuerza y Corazón por México”, con Xóchitl Gálvez Ruiz como candidata.

Sobre el Estado y el Mercado

En materia política, para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y su candidata, el Estado debe ser el principal Agente Económico de la Nación, así como el conductor decisivo del proceso político.

El Estado no sólo debe ser el rector de la economía (con la legislación e instituciones), sino ser el ente económico fundamental de la economía nacional, mediante la posesión de Monopolios Estatales Estratégicos (como Pemex, CFE), el control militar de Aduanas, Puertos y Aeropuertos, así como el control de las comunicaciones (carreteras, ferrocarriles, aviación) y de las telecomunicaciones (radio, televisión, y todo el espacio radioeléctrico, Internet), incluso el control y amedrentamiento político contra la prensa escrita, los periodistas y comunicadores.

Esto explica, entre otras cosas, que las grandes obras del sexenio se hayan militarizado, al igual que los intentos por monopolizar, por ejemplo, la compra y distribución de medicamentos (Farmaciotota), o revivir el pasado con el reciclamiento de Mexicana de Aviación y el control militar del espacio aéreo; pero sobre todo es palpable la costosísima y despilfarradora reconstrucción de los monopolios del sector energético (Pemex y CFE), dando marcha atrás a la Reforma Energética de 2013, que abrió el sector energético al sector privado (nacional y externo), con objeto de recuperar la ya perdida potencia petrolera nacional, y la capacidad eléctrica para fomento de la inversión pública y privada en todo el territorio.

Para la oposición PRI-PAN-PRD, y su candidata Xóchitl Gálvez, el Estado debe mantener una fuerza propia en materia económica, pero sobre todo elevar la capacidad de la sociedad (iniciativa privada) para favorecer el desarrollo económico nacional, con asociaciones de capital público y privado que pueda fomentar la producción y la productividad, mediante el acceso a las transferencias de conocimiento y tecnología de vanguardia, de tal manera que se favorezca la creación de riqueza en las áreas de la transferencia y adaptación científico-tecnológica de toda la economía nacional.

El actual gobierno no tiene la menor idea del próximo desarrollo científico tecnológico en materia de digitalización, robótica, mecatrónica e inteligencia artificial, así como la muy revolucionaria Integración de Tecnologías aplicadas a toda la economía global (ver el atraso nacional en los Nuevos Libros de Texto Gratuitos, casi cero matemáticas en toda la primaria, equivalente a negar acceso al pensamiento lógico de los niños y jóvenes mexicanos).

La idea que predomina en la oposición a la 4T es que el Mercado (Empresas, Libre Comercio y toda suerte de productores y consumidores en el contexto científico y tecnológico de nuestro tiempo), debe ser el principal Agente del Desarrollo Económico y no El Estado, puesto que el desarrollo en todas las áreas de la economía no está en manos del Estado (ver que AMLO confiscó todos los fideicomisos para Educación, Ciencia y Tecnología), sino en las empresas asociadas a los centros de Investigación.

Esta postura, de los tres partidos de oposición coaligados en este 2024, está claramente establecida en las Reformas Estructurales logradas en 2013, y que este gobierno ha desconfigurado con su política nacionalista y estatista.

Así pues, la propuesta de los tres partidos es Liberal (no Neoliberal), en tanto que apuestan por un Estado fuerte en materia política y social, pero dejar que el mercado (empresas, productores y consumidores) tenga las mayores libertades y que aprovechen oportunidades para su desarrollo, sin tener encima la regulación corrupta de la clase política y la administración pública, también ineficaz y corrupta, de los monopolios del Estado (principales agentes actuales de una colosal deuda pública, superior ya a los 17 billones de pesos).

Sobre la Democracia

En materia estrictamente política, para el gobierno de López Obrador y su candidata la democracia mexicana debe estar subordinada a los fines políticos, económicos y sociales del gobierno en su papel de llevar a cabo una pretendida Cuarta Transformación de la vida nacional.

Para el gobierno de López Obrador la democracia no es más que un instrumento de una minoría rapaz que ha impuesto sus intereses económicos, a través de una supuesta democracia liberal, que es engañosa, puesto que sólo es el medio político para que, en asociación con capital extranjero, esta minoría imponga sus intereses sobre la nación, en detrimento de los pobres por lo que se da, de facto, una lucha de clases.

Presidencialismo autoritario

Ideológicamente, el presidente culpa a los empresarios de la pobreza nacional, sin considerar que ha sido justamente la clase política caciquil (la del presidencialismo autoritario), el principal agente histórico del saqueo y la corrupción que, a través de diversas crisis durante el Siglo XX, generó la actual pobreza social de una magnitud inmensa: alrededor del 50 por ciento de la población nacional.

Esta visión ideológica del gobierno mexicano está basada en el populismo latinoamericano fundado por el cubano Fidel Castro y el venezolano Hugo Chávez (“Socialismo del Siglo XXI” del Foro de Sao Paulo), y es el fundamento de la polarización política en México, impulsada por el presidente.

El Proyecto de Nación del populismo lopezobradorista, justifica ideológicamente el retorno o restablecimiento del Estado Autoritario, sobre la base de una presunta “democracia directa” de las masas populares, clásica de las dictaduras populistas latinoamericanas, por encima de la democracia electoral representativa: “El Pueblo pone y el pueblo quita”, fundamento de las consultas populares como base de una nueva democracia popular directa.

El concepto de democracia popular del presidente mexicano (muy similar al concepto marxista de democracia proletaria, que es sinónimo de “Dictadura del Proletariado”) ha sido el más utilizado para establecer la denominada polarización política de México, promovida desde Palacio Nacional.

El concepto de democracia popular, ha sido útil al régimen para establecer los fallidos ensayos políticos de las consultas populares (Revocación de Mandato y Juicio a Expresidentes) como método de gobierno, pero que han servido también como ensayos ilegales de legitimación política (cancelación de NAIM, consulta indígena para Tren Maya).

Otra visión de México

Por su parte, la coalición PRI-PANPRD expresan otra visión de México, más propositiva y constructiva, Esos partidos se han recuperado electoralmente (2021-2023) por efecto de los garrafales errores y corrupciones del lopezobradorismo, además de su oferta política atractiva para el electorado.

Algunos liderazgos de estos partidos de oposición no son nuevos y están desgastados. Por ello la negociación interna para elegir candidato para la presidencia en este 2024, les llevo a aceptar la voz de la sociedad civil que impulsó la candidatura de una ciudadana sin partido, Xóchitl Gálvez Ruiz, pero reservaron todos los demás puestos de elección popular para sus clásicos cuadros políticos.

Rescatar la República, la democracia y sus instituciones

Tanto para la candidata Xóchitl Gálvez, como para estos partidos, lo importante es rescatar la República (equilibrio de poderes autónomos y profesionales, así como el federalismo), a la democracia y sus instituciones (INE y TEPJF), a los demás organismos de control del poder (INAI, CRE…) tan necesarios para la rendición de cuentas, propia de cualquier democracia en el mundo.

En materia institucional, el objetivo de los tres partidos de oposición y su candidata, es detener, por la vía electoral, el Segundo Piso de la Cuarta Transformación (Sheinbaum). Es decir, parar electoralmente al populismo y cortar la evolución política del populismo nacionalista de López Obrador hacia el Populismo neomarxista de Claudia Sheibaum.

Sobre Sociedad Civil y Cultura

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador no existe la sociedad civil. Para el mandatario, la sociedad mexicana no es radicalmente distinta a la de los años 60 o 70 del Siglo XX. Y si bien reconoce que las cosas han cambiado de aquellos años a esta época, prevalece un orden social en que bien se puede observar una división tajante en dos grandes segmentos o bloques sociales.

En este terreno, es impresionante la ignorancia del mandatario mexicano, pues para el presidente López Obrador la sociedad civil moderna no existe; existe “El Pueblo”, y su secular y antagónica contraparte: “los privilegiados de siempre”.

Por ello es notable que en el léxico del discurso presidencial no se refiera casi nunca a los mexicanos como los ciudadanos; son el pueblo o la gente.

El gobierno del presidente López Obrador ignora la importancia de la sociedad civil como agente histórico del cambio social en México.

Primero, como agente histórico, la sociedad civil es la principal constructora de instituciones de la moderna democracia mexicana. Tanto por la lucha histórica que rompió el monopolio político electoral del PRI en el gobierno nacional, así como en la construcción de la pluralidad de los congresos y la autonomía de las instituciones del Poder Judicial, particularmente de la lucha por la autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Se puede afirmar que la sociedad civil es el principal agente histórico que construyó los constitucionales Órganos Autónomos del Estado (Banco de México para la estabilidad económica, INE para la estabilidad política, Coneval para el desarrollo social, INAI contra la corrupción y otras).

Segundo, la sociedad civil ha construido la moderna estructura económica de México fuera del Estado, y que se caracteriza por ser el principal agente histórico que sostiene a la gran actividad económica que supone todo el Tratado de Libre Comercio (TLCAN, hoy TMEC), y que es la base de la estabilidad productiva nacional, junto con las remesas que los mexicanos del exterior envían hoy al país (60 mil millones de dólares), y la actividad de los empresarios (90 % micro, pequeños y medianos), así como los 32.4 millones de trabajadores de la Economía Informal; sin dejar de mencionar la enorme fuerza productiva que han aportado las mujeres mexicanas en los últimos 30 años: 24.5 millones de
trabajadoras, y, entre estas, 10 millones de hogares encabezados económicamente por mujeres trabajadoras.

¿Cuántas mujeres trabajan en México, según el Inegi? (adn40.mx) 32 millones de personas en México trabajan en la informalidad (2022) (eleconomista.com.mx)

Todo lo anterior es actividad privada y civil, y son los pilares económicos de la nación, fuera de los monopolios corruptos del Estado y la fracasada política de una economía mixta propuesta por López Obrador, con Pemex como palanca del desarrollo nacional, que sólo ha sido sostenida por una enorme deuda pública, y que tiene a las finanzas públicas de la nación al borde del colapso (gracias al despilfarro, ahora AMLO y Morena van sobre las Afores de 70 y más), y que pagarán todos los mexicanos, sin excepción, hoy y durante muchos años del porvenir.

Tercero, la sociedad civil es la base y el sostén de la pluralidad y diversidad de la población mexicana, que se caracteriza por la generación de múltiples y muy diversas iniciativas de organizaciones de la sociedad civil que no están bajo el control del Estado, y que participan en la evolución de la ciencia, la tecnología, las artes, la cultura, los derechos humanos, el medio ambiente, los derechos y las libertades de prensa e información para la población civil, la libertad religiosa, los derechos de las mujeres, y los derechos a la salud y la educación de los mexicanos, así como muy diversos y hasta extraños terrenos de la vida social.

Para el gobierno del presidente López Obrador la sociedad civil son “Grupos de Interés”, porque son meros instrumentos de la oligarquía nacional y externa. En este punto, la candidata Claudia Sheinbaum ha mostrado una tibia sensibilidad y trato con algunas organizaciones civiles durante su gobierno en CDMX, y en su discurso de campaña, pero nunca se ha atrevido a manifestar alguna diferencia con lo expresado por López Obrador, quien quitó todo financiamiento público a absolutamente todas las auténticas organizaciones que colaboraban en temas que eran, y son, obligación del gobierno (educación, salud, medio ambiente, seguridad, justicia y derechos humanos, etc.).

Sobre la Cultura de la Violencia y de la Muerte

En el mundo entero, la imagen de México es ya la imagen de un país salvaje y macabro: cadáveres colgantes, asesinatos a plena luz pública, desaparición de personas y aparición de fosas con múltiples cadáveres destazados, así como las cotidianas imágenes de las masacres y asesinatos, individuales y colectivos.

Para los mexicanos, en el interior del país, la situación es mucho peor, pues son miles y miles de familias afectadas por el horror de la violencia criminal. Todos los medios de comunicación colectiva, como la prensa escrita, la radio y la televisión, y sobre todo las redes sociales, están inundados de noticias e imágenes de asesinatos, masacres, desaparecidos, secuestros, cobro de piso y extorsiones, tortura de ciudadanos, así como asaltos y homicidios a mano armada en domicilios, negocios, calles y transportes.

Además, México es el país de los asesinatos de periodistas y defensores de derechos humanos, todos ellos exhibidos por representar una crueldad inaudita; se trata de crímenes generalmente impunes.

Particularmente, la saña criminal se multiplica en su envilecimiento cobrando como víctimas a las mujeres, niños y jóvenes inocentes, sin dejar de estimar a toda suerte de víctimas.

Las secuelas indelebles que todo esto deja en las familias mexicanas es irreparable. Y todo esto sin dejar de apuntar que México es también el país de los viles y crueles asesinatos de periodistas y defensores de Derechos Humanos.

La respuesta del Gobierno ha sido establecer una incomprensible e inconstitucional política de Abrazos y No Balazos para los delincuentes, así como una defensa pública de los Derechos Humanos de los mismos criminales, acompañada de la orden expresa (a todas las fuerzas públicas) de no confrontarlos. Aquí la asociación y complicidad del Gobierno es más que evidente.

En este sentido, el presidente ha abdicado de su deber constitucional de aplicar los mandamientos de la Ley en materia de garantías y derechos de la ciudadanía, que exigen la persecución de los delitos.

La situación es peor aún, en tanto que tal política tolerante y permisiva con la delincuencia, justifica la sospecha de que México avanza y evoluciona en el sentido de un Estado asociado a la delincuencia organizada.

La candidata Claudia Sheinbaum no ha hecho otra cosa que ratificar durante su campaña la incompresible e inconstitucional Política de Seguridad del presidente López Obrador.

Lo más preocupante, es que la clase política evoluciona en términos reales en su filiación a la asociación entre políticos y criminales (en todos los partidos), que en esta época electoral ya superó los atentados y asesinatos efectivos de políticos y candidatos que se cometieron en 2018 y 2021.

EUM20240420POL26.JPG CIUDAD DE MÉXICO. Politics/Política-Playera AMLO.- 20 de abril de 2024. Comerciantes de la Ciudad de México pusieron a la venta una playera con la leyenda “Un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador”, junto a una imagen que aparentemente representa a la Santa Muerte y hace el ademán utilizado para indicar que se guarde silencio. Foto: Agencia EL UNIVERSAL/Alelhí Salgado/EELG

De suma preocupación es que “La cultura de la Muerte” haya permeado en el partido Morena, que en su cuenta oficial de Twiter (hoy “X”), haya exhibido el nombre del presidente de la República, asociado a imágenes de “La Santa Muerte”, que es el culto de los criminales y asesinos, particularmente de los vinculados con el Crimen Organizado.

Pero aún más preocupante es el hecho de que el Estado Mexicano, por conducto del más alto funcionario en materia de Radio, Televisión y Medios Electrónicos, Jenaro Villamil Rodríguez, haya hecho apología de la Santa Muerte asociada al nombre de López Obrador, y que el presidente lo haya avalado y justificado públicamente ante la nación, aduciendo que sólo se trataba de una manifestación de libertad religiosa.

Esto último significa que la apología de la cultura de la muerte y el crimen es aceptada y justificada por el mismo presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aduciendo falazmente una supuesta libertad religiosa.

Así está actualmente la situación en el país, y muchos ciudadanos mexicanos no terminan de percibir y comprender el gran dilema que representan para el futuro de México las elecciones 2024.

El Observatorio también ofrece gráficas comparativas sobre diversos temas, desde las propuestas de las candidatas presidenciales, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.

(Fuente de información: Seminario Académico Político).

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