Greenpeace denuncia que la Semarnat aprobó la tala de nuevo tramo del Tren Maya de carga en la Península de Yucatán, a pesar del grave daño ambiental
Greenpeace denuncia que la Semarnat aprobó la tala de nuevo tramo del Tren Maya de carga en la Península de Yucatán, a pesar del grave daño ambiental

Greenpeace denunció que la Semarnat aprobó la deforestación de cientos de hectáreas para construir un nuevo tramo del Tren Maya de carga en la Península de Yucatán, a pesar del grave impacto ambiental que representa un “ecocidio” para la selva.

Cancún, Quintana Roo.- Carlos Samayoa, director de la campaña “México al grito de ¡Selva!” de Greenpeace México, resaltó la incongruencia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) al aprobar la devastación de 259 hectáreas de selva para la construcción de una terminal de carga del Tren Maya en Cancún.

Pues aunque hace poco la titular de la dependencia federal, Alicia Bárcena admitió que el Tren Maya causó daños en la Península de Yucatán, la tala continúa.

“Esa es la ambigüedad: por un lado se habla de reparación y por otro se está autorizando la devastación.

“Si el gobierno de verdad quiere reparar daños, lo primero que debe hacer es detener la expansión de la infraestrutura de carga (del Tren Maya) que se avizora impactante para el medio ambiente, porque conlleva el asentamiento de nuevos proyectos extractivos”, dijo en entrevista con la periodista Carmen Aristegui.

El Diario reportó a detalle, el 11 de junio de este año, que el Tren Maya sometió a consulta pública la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto “Terminal multimodal Cancún”, que propone la tala de 259 hectáreas de selva para construir la terminal de carga con un presupuesto de $7,777,000,000.00 (siete mil setecientos setenta y siete millones de pesos).

Tan solo el 15% de este costo está destinado para medidas de prevención, mitigación y/o compensación, el resto se distribuye en 16% para preparación del sitio; 60% para construcción y 9% en operación y mantenimiento.

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“La inversión, ya se ha dicho, equivale al presupuesto que tiene todo el municipio de Cancún (Benito Juaérez), y se promueve el despojo y la destrucción financiando un ecocidio en nombre del desarrollo”, indica Carlos Samayoa.

Pero se sacrifican “grandes extensiones de selva, en este caso en nombre de un desarrollo, que ha sido bastante cuestionado, cuyos beneficios están quedando en muy pocas manos”.

Sin embargo, la Semarnat ya dio su aval para proceder con el desmonte de esa superficie de selva maya, indica el activista ambiental, y eso pone en grave riesgo la biodiversidad, los territorios indígenas y el equilibrio ecológico de toda la región.

Afectación a especies protegidas en la región

Las obras también afectarán a 12 especies protegidas, entre aves, reptiles y anfibios, como el pavo o guajolote ocelado, que es endémico de la región, advierte el representante de Greenpeace.

También están en riesgo otras especies como la rana leopardo, aguililla aura, carpintero pico plateado, perico pecho sucio, mono maullador negro, colorín sietecolores, zambullidor menor, garza tigre mexicana, boa, iguana negra de cola espinosa, iguana verde, entre otros.

El proyecto publicado en la Gaceta Ecológica, se edificará sobre una superficie total de 261.8821 hectáreas, perteneciente al gobierno de Quintana Roo, de las cuales el 99.13% requiere la tala de árboles y vegetación variada, que daña el hábitat de varias especies.

El Tren Maya “promueve el despojo y la destrucción financiando un ecocidio en nombre del desarrollo”.

Carlos Samayoa, director de la campaña “México al grito de ¡Selva!” de Greenpeace México

Asimismo, el ambientalista lamenta que el Tren Maya no solo está concebido para el transporte de personas y para el fomento del turismo, sino también para la carga y movilización de recursos naturales y mercancías a gran escala, su verdadera naturaleza.

“El Tren Maya no solamente es un tren de pasajeros, no solo responde a fines turísticos, esa fachada se está deslavando cada vez más y vemos lo que es, un tren diseñado para mover mercancías, para mover recursos naturales a gran escala y una amenaza, que consolida un modelo extractivista que está poniendo en riesgo a toda la región de la Península de Yucatán, a la biodiversidad, a los territorios indígenas, al equilibrio ecológico”.

Samayoa remarcó la incongruencia en el discurso oficial, tras la firma en agosto pasado del acuerdo que creó el Corredor Biocultural de la Gran Selva Maya (CBGSM) entre México, Guatemala y Belice, y por otro lado el aval de SEMARNAT para la construcción de la “Terminal Multidonal Cancún” que contribuye al ecocidio en la región.

Tren Maya arrasará 104 hectáreas en Yucatán para el Tren Maya de carga en Progreso

Pero la deforestación no se queda ahí, agrega, sino que se extiende a Yucatán, y mencionó los trabajos en el municipio de Progreso.

“No se queda ahí: estamos viendo que en Progreso, Yucatán, ya está la intención de alterar más de 104 hectáreas con la construcción de otro centro logístico de este tipo, porque van a ser varias terminales intermodales.

“Y es apenas el andamiaje inicial para establecer otras industrias en toda la región y una deforestación que está creciendo en forma alarmante”, acota.

Además, dijo, se suma la especulación inmobiliaria de desarrolladores, el despojo de tierras en comunidades mayas, y promueve la violencia en un entorno cada vez más militarizado.

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Greenpeace también emitió un comunicado donde apunta que “la Semarnat vuelve a actuar como aval ambiental del ecocidio, en lugar de frenar la devastación”.

Por eso exigen “un gran acuerdo que proteja la selva maya en la Península de Yucatán de todas las amenazas que la acechan día tras día”.

Licenciada en Comunicación. Máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid. Certificada en Inbound Marketing. Dos décadas de experiencia en radio, televisión, prensa y medios digitales.