CIUDAD DE MÉXICO (EL Universal).— Ernesto Zedillo Ponce de León, expresidente de México, aseguró que el partido Morena, fundado por el exmandatario Andrés Manuel López Obrador, y que llevó al poder a la primera mujer presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, “ha copiado lo peor del PRI, y nada de lo bueno. La corrupción guía su funcionamiento”.
En entrevista para Maite Rico de “El Mundo”, el economista acusó que la autodenominada Cuarta Transformación no buscan hacer de “México un país moderno y con verdadera justicia social”, sino “sólo un proyecto de poder”.
El exmandatario, quien gobernó entre 1994 y 2000, reiteró lo que ha venido diciendo en sus recientes apariciones públicas.
López Obrador “desmanteló el Poder Judicial, se apoderó del control de los órganos electorales, anuló reformas consensuadas… Los pilares de la democracia mexicana han sido destruidos”, expresó Zedillo, quien ve muy difícil poder revertir “la destrucción de la democracia”, porque “se han puesto muchas salvaguardas”.
“Al controlar los mecanismos electorales y los tribunales, y militarizar la seguridad pública, cierran la puerta a una solución democrática”, dijo.
El priista sostuvo que su partido, aunque hace mucho tiempo “no lo reconoce como uno de los suyos”, también “tiene una historia de luces y obscuros”, pero lo que hoy se vive en México es “un caso de autoritarismo único en el mundo”.
Para el también catedrático de la Universidad de Yale, “los nuevos autócratas no buscan el poder a través de un golpe de Estado o una asonada, sino que juegan con las reglas de la democracia para destruirla, una vez que han accedido al poder gracias a ella”.
Ponce de León acusó que el “Tren Maya, o la refinería de Dos Bocas son caprichos faraónicos de López Obrador, realizados en contra de todos los estudios que las desaconsejaban y bajo sospecha de una inmensa corrupción”. Respecto de los programas sociales establecidos por Morena, el expresidente del PRI afirmó que es una estrategia de “clientelismo y de propaganda política con cargo al erario y agravando la corrupción mientras se sacrificaban aspectos esenciales como la educación y la sanidad”.
El exmandatario aceptó que en el caso del PRI “el control se orientó al beneficio de una serie de individuos, y hoy se sostiene con los recursos del Estado pero sin un proyecto”. Mientras que, según él, lo mismo le ocurrió al PAN. “Así no se puede ejercer una oposición seria y constructiva como la que requiere el país”.
Zedillo cuestionó: “¿De veras creen que el señor López Obrador fue un presidente progresista? ¿Mejoró de manera sostenible la condición social de la mayoría de los mexicanos? ¿O en realidad se abocó a construir clientelas político-electorales para mantener a su partido y a él mismo en el poder?”.
