CIUDAD DEL VATICANO.— El Papa Francisco instó a consolidar una “economía del bien común” a líderes empresariales y emprendedores que participaron en el 27º Congreso Mundial de la Unión Internacional Cristiana de Empresarios que se celebró en Roma.
Durante la audiencia que ofreció el Papa Francisco el viernes pasado a 550 empresarios de Uniapac en el Aula Pablo VI, el santo padre abordó ante todos los presentes el tema elegido para el congreso “economía del bien común”.
Durante su intervención el Papa Franciso manifestó que lograr una economía del bien común representa un gran reto para todos los actores del mundo empresarial. Según reportó Vaticannews en su sitio de internet, el Papa citó la Encíclica “Laudato Si”, donde él define la vida del empresario, como una “noble vocación”, recordando “que todas nuestras capacidades, incluido el éxito en los negocios, son dones de Dios” y como escribe en “Fratelli Tutti”, “deben estar claramente orientados al desarrollo de los demás y a la eliminación de la pobreza, especialmente a través de la creación de oportunidades de trabajo diversificadas”.
Reconocer la gracia y sabiduría de Dios
El Papa espera que los empresarios sean capaces de reconocer la gracia y la sabiduría de Dios en sus vidas, para que ésta guíe y dirijan sus relaciones en los negocios y con aquellas personas con las que trabajan.
El Pontífice también hizo mención de una frase que ofreció a los participantes de Economy of Francesco, en 2019, “da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la explota”. Por lo tanto, cualquier “nueva economía para el bien común” debe ser inclusiva. El Papa pidió que no se olvide a los trabajadores informales, jornaleros, poco cualificados y, a menudo, en los “márgenes del mercado laboral”, a los que realizan trabajos “peligrosos, sucios y degradantes”, a menudo migrantes y refugiados, que durante la pandemia y los cierres “aseguraron el suministro y la entrega de bienes necesarios para la vida cotidiana y el cuidado de nuestros seres queridos más frágiles”.
Recordó que el trabajo es “parte del sentido de la vida en esta tierra, un camino hacia la madurez, el desarrollo humano y la realización personal”, debe estar bien integrado en una economía del cuidado, entendida como “el cuidado de las personas y de la naturaleza, ofreciendo productos y servicios para el crecimiento del bien común”.
Un pacto para mejorar
El Pontífice compartió con los miembros de Uniapac el acuerdo al que llegaron en el encuentro de Economy of Francesco en Asís a finales de septiembre, donde “un millar de jóvenes economistas y empresarios razonaron sobre la creación de una nueva economía y redactaron y firmaron un Pacto para mejorar el sistema económico mundial con el fin de mejorar la vida de todas las personas”. Para una nueva economía del bien común, estos jóvenes propusieron una “economía del Evangelio”, recuerda el papa Francisco.
Y cita algunos de los puntos del Pacto, por “una economía de paz y no de guerra, que cuide la creación y no la expolie, al servicio de la persona, de la familia y de la vida, respetuosa con cada mujer, hombre, niño, anciano y especialmente con los más frágiles y vulnerables”.
Y luego “una economía en la que el cuidado sustituya al descarte y a la indiferencia, que no deje a nadie atrás, para construir una sociedad en la que las piedras desechadas por la mentalidad dominante se conviertan en piedras angulares; que reconozca y proteja el trabajo digno y seguro para todos; en la que las finanzas sean amigas y aliadas de la economía real y del trabajo, y no contra ellas”. Porque las finanzas tienen el peligro de hacer líquida, o más bien gaseosa, a la economía, y sigue con este ritmo de liquidez y gaseosidad y acaba como la cadena de San Antonio”.
¿Qué es Uniapac?
Uniapac se fundó como Conferencia Internacional de Asociaciones Empresariales Católicas, formada por las asociaciones de Holanda, Bélgica y Francia, en el 40º aniversario de la “Rerum novarum”, con la intención de reunir a empresarios y ejecutivos que se inspiran en la enseñanza social cristiana en el cumplimiento de sus tareas y deberes profesionales.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se extendió a otros países europeos y a América Latina. En los años 60, la Unión se convirtió en una asociación ecuménica y asumió su nombre actual (Unión Internacional Cristiana de Ejecutivos de Empresa).
Uniapac es un lugar de encuentro internacional para líderes empresariales cristianos que desean promover el Pensamiento Social Cristiano en el mundo empresarial y en la sociedad
Congreso de Uniapac en El Vaticano
En el Congreso, que se realizó en el Vaticano del 20 al 22 de octubre, participaron, junto con el presidente nacional de Usem (de Jalisco), su secretario, Javier Solana Lozano, de Puebla, y los vicepresidentes Alejandro Pellico Villar, de Puebla (de Incidencia Pública); Norma Flores, de Toluca (de Acompañamiento), y María de Lourdes Gómory Martínez de Menéndez, de Yucatán (de Crecimiento y Comunicación).
También participaron los ex presidentes de Confederación Usem: José Ignacio Mariscal Toroella (también ex presidente mundial de Uniapac); Manuel Fitzmaurice Castro (de Chihuahua), Juan Manuel López Valdivia (Aguascalientes) y Gerardo Aranda Orozco (de Puebla, también ex presidente nacional de Coparmex).
También los presidentes locales de Usem: Carla Merino Correa, de Quintana Roo; Juan Francisco Pando Balandra, de Puebla; José de Jesús Hernández Preciado, de Nayarit; Jorge Sepúlveda Pérez-Rodríguez, de Chihuahua; José Telumbre Melgar, de Morelos, y Hugo Martínez Montalbán, de Puebla, en representación de Usem Joven.
Asimismo, las directoras de Confederación Usem, Alejandra Peña Pous, y de Usem Ciudad de México, Araceli Valdez Olmos, y el sacerdote José Merino, asesor espiritual de Confederación Usem.
Los temas centrales del Congreso fueron los siguientes:
1) Economía sustentable, empleo y trabajo decente
2) Ética y finanzas sustentables por el bien común
3) Retos y oportunidades de la transición tecnológica y la economía digital.
Las actividades del Congreso comenzaron el jueves 20 con la Asamblea General de Uniapac.
El viernes 21 por la mañana, el Cardenal Michael F. Czerny, S.J., prefecto del Dicasterio para la promoción del Desarrollo Humano Integral, ofició la misa inaugural en el Altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro, y al mediodía los congresistas participaron en la audiencia privada con el papa Francisco.
El viernes por la tarde hubo reflexiones sobre el futuro de Uniapac, por la noche se ofreció una cena de gala en el Palacio Orsini y en la jornada de clausura, el sábado, se ofrecieron conferencias y mesas de discusión sobre el tema central del Congreso: “Coraje para el cambio”, hacia una economía en pro del bien común.
Previamente, la noche del miércoles, el embajador de México ante el Vaticano, Alberto Barranco Chavarría, ofreció una cena, en la sede de la embajada, a la delegación mexicana, la más numerosa entre los 550 asistentes al Congreso de Uniapac.
Discurso de Bruno Bobone, Presidente de UNIAPAC al Papa Francisco
Santo Padre,
Estamos aquí presentes casi 600 de nosotros!
Somos empresarios católicos, conscientes de que hemos recibido una noble vocación, de poder reunir los factores de producción con el fin de crear riqueza, la cual es fundamental para el desarrollo.
También estamos conscientes que solo seremos nobles cuando se distribuya la riqueza en los que nos rodean, de una manera justa y con la convicción de contribuir para que todos puedan construir su propia trayectoria, para poder ser felices.
Estamos viviendo un momento extraordinario lleno de oportunidades para poder transformar la manera en que estructuramos la economía del mundo, crear una economía dedicada al bien estar y felicidad de la persona humana.
El Santo Padre ha propuesto un cambio que lleve a la gente joven, por su capacidad, disponibilidad e inocencia, a creer en la verdad de Jesús y apuntar hacia su visión para mejorar el resultado de nuestro trabajo y el trabajo de nuestras empresas.
Él lo llamo la economía de Francis. Una economía dirigida al ser humano y el cuidado de la tierra.
Las dos crisis que hemos experimentado en los últimos años – la pandemia y la guerra- nos ha hecho más preocupados por las personas, más interesados en defender la vida y promover la solidaridad.
Todo esto nos da la fuerza para apoyar con el corazón y el alma nueva economía y vivirlo en nuestras empresas.
Las propuestas vendrán de los jóvenes, y de su trabajo saldrá un proyecto para cambiar la economía de la humanidad en el mundo.
Pero para que se haga realidad, será necesario convencer a los líderes de las instituciones y empresas para seguir este proyecto.
Y ese es el papel de nuestra asociación!
UNIAPAC propone hacer la conexión entre las propuestas de la gente joven y los líderes económicos del mundo.
Y lo lograremos por medio de nuestra capacidad de influir en las instituciones y sus líderes, por medio del ejemplo de nuestros cuarenta y cinco mil miembros, repartidos en más de cuarenta países, dar la alegría que experimentarán en las empresas.
Esto lo haremos enseñando el Padre Nuestro y nuestra Iglesia lo mejor que podamos.
Santo Padre,
Estamos aquí para decirle que los empresarios católicos estamos alineados con sus propuestas y disponibles para llevar a cabo su proyecto.
Listos para involucrarnos en la preparación de lo que será la visión final de este proyecto.
Estamos a su disposición para ser sus instrumentos para llevarlo a cabo.
Santo Padre, tiene aquí buenos amigos listos para seguirlo.
Le pedimos sus oraciones por nosotros.
Bruno BOBONE
Presidente de UNIAPAC


