LA PAZ, Bolivia.- Este jueves, Bolivia amaneció con incertidumbre, filas largas en las gasolineras y amenazas de protestas sociales tras el retiro de los subsidios a las gasolinas anunciado en la víspera por el presidente Rodrigo Paz, junto con otras medidas ante la crisis económica que vive el país en los últimos meses.
Las filas de vehículos en las estaciones de servicio se formaron desde la noche del miércoles, tan pronto Paz terminó de dar el mensaje televisado en el que anunció el decreto que levanta la subvención de combustibles como gasolinas y diésel, que en las últimas dos décadas se vendieron en precios subvencionados que rondaron los 0.53 dólares.
Declaran “emergencia económica y social”
Pueblo de Bolivia, hoy hemos dictado un histórico D.S. He decidido declarar la emergencia económica y social que busca el sinceramiento de los precios de los hidrocarburos, una decisión difícil pero necesaria para garantizar el abastecimiento de combustible y dejar de desangrar…
— Rodrigo Paz Pereira (@Rodrigo_PazP) December 18, 2025
Las primeras reacciones contrarias a la medida surgieron entre los sindicatos de transportistas, como el Transporte Libre de La Paz, cuyo dirigente, Limbert Tancara, sostuvo que los conductores están “muy dolidos” y “lastimados” por el decreto 5503, que declaró la “emergencia económica y social” en el país”.
Según Tancara, los chóferes decidieron subir el costo del pasaje del transporte público, de 2.40 a 5 bolivianos en tramos cortos y de 3 a 6.50 bolivianos en rutas largas, al igual que los taxis de ruta fija o ‘trufis’.
🚐El transporte libre en La Paz anunció un alza en las tarifas tras el levantamiento de la subvención al combustible establecido en el Decreto Supremo N.º 5503, informó su dirigente Limbert Tancara. Los nuevos precios serán Bs. 5 para minibuses y Bs 6,50 para trufis en la ciudad… pic.twitter.com/kokvmoBFaU
— La Razón Digital (@LaRazon_Bolivia) December 18, 2025
“Si el Gobierno retrocede en este decreto supremo, no va a haber ningún tipo de materialización de esta situación que estamos planteando“, indicó Tancara y aseguró que su sector coordina con otros sindicatos para “hacer una manifestación conjunta” en contra de la norma “que atenta” contra “sectores populares”.
En otras regiones, los transportistas también anunciaron reuniones entre este jueves y el sábado para analizar las medidas gubernamentales, mientras que la Central Obrera Boliviana (COB) tendrá este viernes un encuentro “de emergencia” para analizar acciones contra lo que consideró un “gasolinazo”.
“La peor crisis económica, financiera, social y ambiental”

En la víspera, Paz, que tomó juramento el pasado 8 de noviembre, aseguró que recibió un país con “la peor crisis económica, financiera, social y ambiental” de su historia, con un “déficit gigantesco, reservas internacionales agotadas” y un Estado “convertido en botín por bandidos que gobernaron para sí mismos y no para el pueblo boliviano”.
El mandatario señaló que se declaró la “emergencia económica, financiera, energética y social porque Bolivia no podía seguir funcionando con normas de los últimos 20 años“, de los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025).

Entre otros, el decreto anunciado establece que la gasolina especial costará 6.96 bolivianos por litro, la gasolina premium estará a 11 bolivianos y el litro de diésel a 9.80 bolivianos, y mantiene en 22.50 bolivianos el coste de la garrafa o bombona de gas licuado de petróleo (GLP).
Paz también dispuso que desde enero, el salario mínimo nacional subirá un 20 %, de 2,750 a 3,300 bolivianos y que el monto se revisará a finales del próximo año con base en los “datos reales de inflación” y mediante un diálogo con los trabajadores y empresarios privados.
El gobierno dijo que el ajuste iba a empezar por los gastos innecesarios que el poder maneja, como ser: reducción: del gasto público, altos salarios, gastos de representación, empresas deficitarias, embajadas, consulados, etc. Y No que lo pague primero el pueblo.
— Andrónico Rodríguez (@AndronicoRod) December 18, 2025
(1/5) pic.twitter.com/EfCeJ7X31o
El exsenador del MAS y líder opositor Andrónico Rodríguez expresó en sus redes sociales su rechazo “contundente” a las medidas anunciadas por el Gobierno y consideró que “van a favor del poder y en contra del pueblo que menos tiene”.
Mientras que el gobernador de la región oriental de Santa Cruz y aliado político de Paz, Luis Fernando Camacho, consideró que son medidas “difíciles pero necesarias” para que la economía boliviana “comience a recuperarse”.
Son medidas difíciles pero necesarias si queremos salvar a Bolivia del camino desastroso que nos dejó el MAS.
— Luis Fernando Camacho (@LuisFerCamachoV) December 18, 2025
Era inevitable asumir esas medidas para que la economía comience a recuperarse.
Hemos llegado al fin de las subvenciones de los combustibles, un mecanismo que… pic.twitter.com/9hK2YHzg6m
La importación de gasolina y diésel entre enero y octubre demandó un gasto de 2,358 millones de dólares, informó el privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con base en datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La subvención de los carburantes anualmente representa un costo al Estado de más de 2,000 millones de dólares.
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