PROGRESO.— En la comisaría de Flamboyanes, donde el sábado 15 un exmilitar mató a cuchilladas a su esposa y al varón que la acompañaba, llegan grupos delictivos a cobrarse cuentas pendientes con vándalos con quienes han tenido problemas y se pelean la plaza en la distribución de enervantes, señalan agentes policiacos que han participado en operaciones para detenerlos.
Pero en opinión de los mismos agentes, quienes pidieron no ser identificados, la mayoría de los vándalos que se enfrentan entre ellos logran escapar y se esconden en casas habitación.
Como son grupos de delincuentes, no los conocen y eso dificulta su identificación, porque después de cobrar venganza huyen de inmediato, agregaron.
Hay sonados casos de enfrentamientos a pedradas de integrantes de bandas, hechos que han ocurrido de noche, para que de esa manera sea fácil huir cuando lleguen los policías y pocos han sido detenidos, pues de acuerdo con los mismos uniformados, debido a que solo llegan por unos días, los vecinos no los conocen.
Pero también hay vándalos que tienen familiares en esa comisaría, así que durante los enfrentamientos los esconden en sus casas y ponen a menores de edad y mujeres en las entradas de las viviendas y se esa manera los protegen y facilitan la huida de los agresores.
Los grupos que cobran venganza llegan del Caribe mexicano, explicaron los agentes policíacos; ubican a los vándalos que van a atacar, en la mayoría de las ocasiones ocurre en Flamboyanes o en colonias de esta ciudad; atacan con arma blanca o de fuego y después huyen, como ocurrió hace algunos años cuando no se contaban con numerosas cámaras de vídeovigilancia.
Los informantes recordaron el caso de un vecino con discapacidad que se trasladaba en silla de ruedas, resultó que era narcomenudista y al parecer no pagó, así que lo asesinaron en su casa a plena luz del día; los autores materiales llegaron, cumplieron y huyeron.— G.T.V.
