PROGRESO.— Monseñor Pedro Mena Díaz, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Yucatán, precisa que las reliquias que se colocan en los altares de las parroquias tienen que ser de primer grado: cuerpo, huesos, sangre o cabellos del santo.
Representan que los primeros altares y las primeras misas de la Iglesia Católica se hicieron sobre la tumba de un santo. Los primeros templos se construyeron sobre las tumbas de los santos porque ellos, por mártires, se unieron a Jesucristo muerto y resucitado.
“Entonces no había duda, si este santo se unió a Cristo Resucitado”.
Entrevistado sobre las reliquias Santa María Goretti, Pío X y San Gabriel de la Dolorosa rescatadas del altar de la hoy demolida iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en Chicxulub Puerto, monseñor Mena Díaz señala que todos los altares deben tener alguna reliquia, pero el ritual ya no pide que eso sea obligatorio y ahora debe ser en el piso para que sea una tumba; antes se ponía en la mesa.
Muchos altares de las iglesias tendrían reliquias; incluso, cuando los altares eran de madera, el padre tenía que cargar el ara (piedra consagrada como altar y con una reliquia) para ir a celebrar misa donde no había capilla, detalla.
Para obtener una reliquia para el altar que se va a consagrar, el Obispo de la localidad debe solicitarla a Roma o donde las haya, como en Guadalajara, donde hay muchos mártires, o en Sahuayo, Michoacán, donde está el mártir adolescente José Sánchez del Río, abunda.
Recientemente en Orizaba, Veracruz, el Obispo consiguió una reliquia de primer grado, “de huesitos”.
Precisa que en el altar de la parroquia San José Sánchez del Río, en el fraccionamiento Las Américas en Mérida, hay reliquias de ese mártir, y en la parroquia Santa Teresa de Calcuta hay un cabello de ella. Las reliquias son para que los fieles las veneren.
Contrasta que las pilas bautismales no tienen nada en especial, se hace solo el rito de bendición, mientras el altar requiere de un rito de dedicación y bendición, y se consagra con óleo.
El padre Sergio Gutiérrez Torre, párroco de Cholul y titular del Decanato 6, al que pertenece la parroquia de Chicxulub Puerto, a su vez dice que en todos los altares desde que son consagrados se ponen reliquias y un periódico o documento para que conste la fecha exacta de la consagración del altar.
De hecho, destaca, cuando se inicia la Eucaristía el sacerdote besa el altar, que representa a Cristo, y así adora a Dios Hijo y venera las reliquias de los santos ahí puestas.
Agrega que el Arzobispo es quien solicita las reliquias.
Indica que algunas congregaciones religiosas poseen algunas reliquias de los santos y entonces se solicita cuando se va a consagrar un altar y son enviadas para que estén en el altar.
Coincide en que en el ara (palabra que en latín significa altar) debe haber una reliquia, en algunos altares también ponen una moneda o billete para conmemorar el año exacto, pero siempre deben tener alguna reliquia de un santo.— Gabino Tzec Valle
