(Artículo publicado el 25 de julio de 2003)

Por Max GASTÓN

El olor es recurso efectivo de la memoria. Los golpes, los empujones, los insultos de los locatarios del mercado a la alcaldesa meridana despiden un olor. Un olor a viejo.

El olor a viejo nos trae el recuerdo de aquel energúmeno que en el Congreso pateó en el vientre a una mujer embarazada de Oxkutzcab.

Es el viejo olor de la cobardía. El olor del villano que le pega a una mujer. El “Valiente” que es capaz de maltratar a su madre, a su esposa, a sus hijas. Es capaz y lo hace.

El viejo olor a mercenario que ha impregnado las lunetas de la Legislatura en las agresiones por contrato a la oposición.

El viejo olor a canalla sentido en la calle 67 cuando el esbirro del desacato viene por detrás, como los traidores, a dar de puñetazos en la cabeza del defensor de la constitución.

El viejo olor a rufián que llevaban los cohetes disparados contra Sara Mena Peniche de Correa Rachó en la campaña electoral de su esposo por la gubernatura.

El viejo olor a pelafustán que estropea a campesinos indefensos en la Plaza Grande.

El viejo olor a violencia desparramado durante 70 años de reprimir el diálogo y atropellar la razón a trompada limpia para imponer la ley del miedo.

El viejo olor que los desinfectantes de julio de 2000 y mayo de 2001 no han podido desterrar de los palacios que habitan el poder y las chozas que sojuzga.

El viejo olor que sigue como sombra a los dirigentes políticos que son vistos hoy en compañía de los locatarios atacantes.

El viejo olor que emana del estandarte político, con círculo tricolor, que vemos en la fotografía de la casa de los baratilleros publicada ayer en el periódico.

El viejo olor del antiguo baratillo, que servía, en una acepción ya en desuso, para designar a la “gente ruin que se solía poner en los rincones de las plazas, donde vendían lo viejo por nuevo y se engañaban los unos a los otros”.

El viejo olor a ropa sucia, aunque esté planchada.

Un tufo inconfundible y penetrante: el olor a viejo PRI.- MG – Mérida, Yucatán, junio de 2003.

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán