(Primera Columna publicada el 7 de noviembre de 2003)

El Diario encarga a la columna que sea portavoz de su reconocimiento y gratitud a las personas que se han comunicado con nosotros en visitas, llamadas por teléfono, cartas o mensajes electrónicos para expresarnos sus impresiones sobre el nuevo diseño tipográfico, informativo y editorial que lanzó el periódico en su edición extraordinaria del martes 21 de octubre.

Extendemos el agradecimiento a nuestros colaboradores que nos han manifestado sus comentarios en artículos que no nos corresponden publicados pero están grabados en el corazón y la memoria.

Hemos marcado interés en nuestras nuevas letras. Nuevas hasta cierto punto, porque tienen un parentesco cercano, una relación que llega a ser íntima con las que hemos tenido en la vida del Diario.

La de batalla -es un término de imprenta-, la que constituye el texto del periódico, se llama Nimrod y remplaza a una prima hermana, la Mallard, de la fuente Corona, que utilizamos hasta el lunes 20 de octubre.

El trazo en ambas es similar y el tamaño escogido el mismo: ocho y medio puntos. Hay dos diferencias. Una está en el “ojo”, que es la entraña.

La “a”, la “o”, la “p”, por ejemplo, son más anchas en la Nimrod y por lo tanto alcanzan menos letras en un renglón: un promedio de 20 a 24.

En la Mallard, más flaca, pueden pasar de 30. La otra diferencia es el “hombro” o espacio entre línea y línea: casi el doble hoy.

El resultado es que al caber ahora menos letras en las líneas y haber más separación entre los renglones el texto se ve más blanco y su lectura debe ser más fácil y rápida.

La nueva letra de los “mástiles” (títulos) de nuestras secciones -Local, Imagen, Deportes- se llama Grand Central. Es y ha sido muy nuestra. De toda la vida. Si la comparas con la letra de “El periódico de la vida peninsular” que está en la primera plana, debajo de “Diario de Yucatán”, verás que es la misma.

¿Qué hicimos? La historia es interesante. Asesorados por Kelly Doe, diseñadora de “The Washington Post” y guía de nuestra renovación, enviamos el logotipo de “Diario de Yucatán”, “el periódico de la vida peninsular”, el mismo que estrenamos hace 78 años, en un laboratorio tipográfico de Nueva York. Se hizo el trabajo de limpiar, restaurar y delinear, en busca de la expresión total de su peculiar caligrafía, y se aumentó el tamaño para conseguir más visibilidad a mayor distancia.

“De sola que está brillando la estrella”, dijo José Martí. Para que el logotipo y los mástiles lucieran a toda asta, sin competencias que distrajeran la atención, suprimimos los anuncios en las esquinas superiores de las primeras páginas, llamados “orejas” -excepto en Avisos Económicos y algunos suplementos-, y adelgazamos o eliminamos letreros, adornos y rayas. Nos ha dolido archivar aquel escudo con el perfil de la Península en fondo negro, pero el diagnóstico de los especialistas fue unánime: interrumpía el resplandor del logotipo.

La historia es todavía más interesante. La letra escogida por nuestro fundador en 1925 para “El periódico de la vida peninsular” es un hallazgo arqueológico y deriva su nombre de la estación de ferrocarriles de Nueva York: la Grand Central. Cuando construyeron el nuevo edificio hubo que demoler el anterior. En la obra de excavación aparecieron los restos de la estación original, la primera, la del siglo XIX. Entre los restos descubrieron unos mosaicos que tenían inscripciones en una letra esbelta, esculpida a mano. A esa letra resucitada le dio el nombre de Grand Central.

Un dato más sobre la Grand Central. Es la letra con que está escrito el letrero “Diario de Yucatán” que puedes ver en la fachada posterior de nuestro edificio, en la calle 62, sobre el zaguán.

Cinco fuentes de letras tiene el periódico. Ya te presentamos a dos.

Los otros tres se llaman Vectora, Miller y Gotham. Son para títulos, ventanas, cuadros, gráficas, y se componen cada una de diversas familias -blancas, negras, nutridas, esbeltas, inclinadas, lisas, góticas- que se combinan para crear contrastes que sirvan al doble propósito de realzar el atractivo de los títulos y definir la magnitud de las noticias.

Nuestras familias de Gotham son yucatecas, “del patio”. Copias, refinadas en Nueva York, de una letra que está en los billetes -papel moneda-, certificados de haciendas henequeneras y otros documentos que circularon durante los primeros años de existencia del periódico. Es 1925 visto desde 2003.

No pescamos nuestras cinco letras en un catálogo. Proceden de nuestras raíces. Son frutos de tomografías tomadas a nuestra manera de ser. Son historia rejuvenecida. Matrimonio de solera y modernidad. Prueba de que el nuevo diseño del Diario viene del Diario.

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán