Cruzar el Periférico de Mérida con un triciclo es, para muchos, una apuesta contra la muerte, especialmente cuando la infraestructura diseñada para protegerlos no funciona.
A casi un mes del fallecimiento de un adulto mayor, ha salido a la luz una cadena de omisiones institucionales que ponen en duda el correcto actuar de las autoridades.
Desde la liberación inmediata del conductor de auto involucrado, hasta ignorar de la identidad de la víctima, con la intención, al parecer, de dar “carpetazo” a una muerte más que se registra en esta vía.
De esto habla Selmy Yamile Coox Chan, hija de Valentín Coox Yam, de 75 años de edad, quien el pasado 22 de noviembre fue atropellado en el periférico de Mérida cuando intentó cruzar la vía a la altura del kilómetro 5+500, muy cerca del fraccionamiento San Marcos.
Selmy explica que aunque pareciera que su padre tuviese la culpa del accidente por no usar un puente peatonal que se ubica a unos cuantos metros de donde ocurrió el siniestro, “sí hay negligencia de las autoridades, pues el puente que está a cargo del Instituto de Infraestructura no cuenta con rampa para ciclistas, para personas que usan triciclos para trabajar e incluso para discapacitados”,
“Aunque el puente cuenta con un elevador, el día del accidente no funcionaba, como pasa en muchos otros de los puentes peatonales en el periférico”, dice.
Por lo anterior el señor Valentín se vio obligado a pasar por debajo del puente arrastrando su triciclo y cuando estaba a punto de llegar al espacio divisorio, fue atropellado por un automóvil que manejaba una persona del sexo femenino.
Exceso de velocidad en el Periférico de Mérida
Por la velocidad que llevaba la mujer, quien al parecer no se percató de que el señor estaba cruzando, la víctima sufrió diversas fracturas en el cuerpo y su triciclo quedó desbaratado.
En minutos fue atendido y trasladado a un hospital, donde falleció; sin embargo ahí comenzaron las omisiones.
La entrevistada explica que a pesar de que el señor contaba con todos sus documentos a la hora del accidente, los peritos de la SSP lo trataron como un “indigente” desconocido, de modo que esto desató una cadena de irregularidades.
Entre ellas, por ejemplo, que la persona que manejaba el auto no fuera detenida y menos puesta a disposición de la Fiscalía, a pesar de que no había nada que lo impida, pues la mujer que guiaba el auto fue valorada en el lugar por paramédicos de la misma corporación y no requirió traslado a un hospital.
“Del hospital nos hablaron y nos dijeron que mi papá había sido trasladado herido por un accidente, cuando llegamos nos dijeron que ya había fallecido y que a la Fiscalía debíamos ir a recuperar el cuerpo para darle sepultura. Ahí nos pidieron su identificación y todo, pero ellos lo tenían, así que mejor llamé al abogado.
“Cuando llega el abogado y pregunta por la carpeta le dicen que no hay carpeta y que no hay detenido. Entonces el abogado exige el peritaje. El accidente pasó el sábado a las 3 de la tarde, el perito llegó a la Fiscalía con un peritaje el domingo a las 11 de la mañana y sólo porque el abogado lo exigió”, comenta Selmy.
La mujer explica que ella y su familia sienten indignación y tristeza por la manera inhumana en que la policía trató a su papá y cómo, con la intención de dar carpetazo a la muerte de un “desconocido”, incluso violaron sus protocolos al liberar de manera inmediata a una persona involucrada en el muerte de un hombre.
“Yo no sé si tiene dinero. Pero ¿por qué dejaron a la señora libre al instante? ¿no se supone que debió de quedar detenida para que se haga el deslinde? Mi papá no cruzó por abajo del puente porque quiera, cruzó por ahí porque el elevador no servía y le echaron la culpa. Él no se tuvo la culpa, no creo que la señora no lo haya visto desde lejos. Sólo queremos que se aclaren las cosas, justicia”, comenta.