Tuvieron que pasar doce largos años para que los Leones volvieran al seno de la Liga Mexicana de Béisbol, de la mano de Manuel Barbachano Ponce y José Osorno Sauri. El 1 de enero de 1970 se hace el anuncio oficial en rueda de prensa en conocido hotel de la ciudad.
El 18 de marzo es el juego inaugural de la temporada y el Parque Carta Clara resulta insuficiente para albergar a miles de aficionados que querían estar presentes en este retorno. Más de 15 mil espectadores asisten al estadio, muchos invadiendo el campo y las bardas del estadio para ser testigos.
Con la presencia del “Yankee Clipper” Joe DiMaggio y el Alto Comisionado de las Ligas Mayores, Bowie Kuhn, acudí acompañado de un amigo y cliente mío, no aficionado, que no me dejó de expresar su asombro por la pasión que los yucatecos profesamos al béisbol y a los Leones.
Esa noche, con todo el Carta Clara repleto, los Leones se imponen al Águila de Veracruz, 4-1, con pitcheo de Juan Ramón Quiroz.
Bajo el mando de Antonio Castaño y Luis Esma, terminan en tercer lugar de la Zona Sur con récord de 77-73, que los deja fuera de la serie por el campeonato. En el bateo, Teolindo Acosta, Arturo Álvarez y Roberto “Musulungo” Herrera terminan sobre la cifra mágica de los .300, y en pitcheo, Alfredo Mariscal es el baluarte con 21 juegos ganados y un sobresaliente porcentaje de carreras limpias de 1.85.
La temporada de 1971, bajo la batuta de Leonel Aldama, les depara un récord perdedor de 71-75, que los deja fuera de la serie por la corona, que vio coronarse a los Charros de Jalisco sobre los Saraperos de Saltillo. Teolindo, Álvarez y “Musulungo” batean sobre .300 y Leonardo Ferguson y Julio Cruz, con 16 y 10 victorias, comandan el pitcheo.
En 1972, después de una cerrada temporada, ocupan el cuarto lugar del Sur, bajo el mando de Enrique Izquierdo, y siempre comandados a la ofensiva por Teolindo y “Musulungo”.
El año 1973, con el mismo manejador y plantilla de peloteros, los manda al penúltimo lugar de su división, que los relega de la fiesta de la postemporada.
Otro adiós se veía venir en el seno de la Liga Mexicana, cuando en 1974 terminan en el último lugar de la División Este de la Zona Sur, con 60-75 en ganados y perdidos, y sólo sobresalen Julio Cruz y Francisco Mota, con 12 y 13 ganados. La pobre ofensiva de las fieras sólo registró a un bateador sobre .300, Eladio Urías, con .314.
La historia de los Leones de Yucatán tiene mucho más para contarse y continuará pronto aquí en otra entrega en las páginas del Diario. Mérida, mayo de 2024