La última noche de la natación de los Juegos desató todo tipos de emociones para un equipo de Estados Unidos que dejó ser el amo y señor global.

Un récord mundial de Bobby Finke, una derrota histórica que reanimó los reproches sobre el dopaje chino y, finalmente, otro récord mundial de la cuarteta femenina en el relevo 4×100 combinados para doblegar a Australia en el primer lugar del cuadro de medallas.

“Una manera fenomenal de coronar la competencia”, dijo Lilly King, integrante del equipo campeón del relevo, que se unió a sus compañeros para exhibir la bandera de barra y estrellas.

Finke batió el récord mundial de los 1,500 libres previo a que las mujeres cerraron nueve días en la piscina.

King compensó una actuación decepcionante en sus eventos individuales al darle a su equipo la delantera en el segmento de braza.

Luego fueron Gretchen Walsh y Torri Huske, dos de las mayores estrellas estadounidenses en estos Juegos, las que completaron el triunfo en 3 minutos y 49.63 segundos para romper el récord de 3’50”40, establecido también por Estados Unidos en los campeonatos mundiales de 2019.

Regan Smith fue la primera en la prueba y ganó el oro en relevos por segunda noche consecutiva, después de haber comenzado su carrera olímpica con cinco platas y un bronce.

Australia, la actual campeona olímpica, se llevó la plata con un tiempo de 3’53”11. El bronce fue para China con 3’53”23.

Se establecieron cuatro récords mundiales, tres de ellos por estadounidenses.

Estados Unidos terminó con ocho medallas de oro, superando a su rival Australia, que ganó siete. Aun así, fue el total de victorias más bajo para el equipo estadounidense desde los Juegos de Seúl de 1988, cuando fue derrotado por un programa de Alemania del Este viciado por el dopaje.

Los estadounidenses terminaron con 28 medallas en estos Juegos, dos menos que el total que obtuvieron hace tres años en Tokio.

Revés histórico

China ganó sorprendentemente el oro en el relevo combinado masculino de 4×100, poniendo fin a la racha de dominio estadounidense que se remonta al debut de la prueba en los Roma 1960.

La única vez que Estados Unidos no ganó el oro fue en 1980, cuando boicoteó los Juegos de Moscú.

El equipo ganador incluyó a Qin Haiyang y Sun Jiajun, quienes estaban entre las casi dos docenas de nadadores que dieron positivo por una sustancia prohibida en los Juegos de Tokio, pero se les permitió competir. El resultado seguramente provocará más resentimientos en otras naciones que sienten que los chinos se salieron con la suya haciendo trampa.

Pero la verdadera estrella del equipo chino fue Pan Zhanle, quien previamente había establecido un récord mundial al ganar los 100 libres y se alejó del estadounidense Hunter Armstrong en la etapa de cierre para tocar en tres minutos, 27.46 segundos.

Los estadounidenses tuvieron que conformarse con la plata en 3’28”01, mientras que Francia se llevó el bronce en 3’28”38 para darle a Léon Marchand su quinta medalla de los Juegos, junto con cuatro oros individuales.

La estrella británica Adam Peaty, cuyo equipo quedó cuarto, fustigó un sistema que permite a los chinos competir en los Juegos.

“Si sabes que estás haciendo trampa, ¿entiendes que no estás ganando?”, se quejó Peaty. “Como una persona honorable, deberías estar fuera del deporte, pero en el deporte las cosas no son tan simple”.

Sorpresa sueca

La sueca Sarah Sjostrom obtuvo su segundo oro en París, con una feroz brazada de un extremo al otro de la piscina, llevándose con facilidad el título de los 50 libre.

Sjostrom cronometró 23”71, muy cerca del récord mundial de 23”61 que fijó en el Mundial de 2023 en Fukuoka, Japón. La australiana Meg Harris se llevó la plata con 23”97 y el bronce fue para la china Zhang Yufei con 24”20.— AP

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