CIUDAD DE MÉXICO.- De acuerdo con el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), es probable que el país registre una contracción económica durante el segundo trimestre del año, debido a una combinación de factores internos y externos que afectan la estabilidad financiera.
Entre las principales causas que podrían frenar el crecimiento se encuentra la incertidumbre generada por la reforma al Poder Judicial, que ha creado desconfianza en los sectores productivos y de inversión.
A esto se suma la política comercial restrictiva impulsada por el gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, cuyas medidas han repercutido directamente en las exportaciones y en el entorno económico regional.
Posible impuesto a remesas impacta a comunidades vulnerables
Uno de los temas que más preocupa a los analistas es la propuesta del Congreso estadounidense de aplicar un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes no ciudadanos.
De concretarse, esta medida afectaría gravemente a comunidades mexicanas que dependen de estos recursos como principal fuente de ingreso.
Estados como Oaxaca, Michoacán, Zacatecas, Guerrero y Chiapas podrían sufrir un impacto significativo, ya que en ellos las remesas representan entre el 10% y el 14% del PIB estatal.
Cierre fronterizo por gusano barrenador
Otro golpe a la economía nacional proviene del cierre de la frontera estadounidense a las exportaciones de ganado vivo, derivado del brote del gusano barrenador.
Esta medida ha ocasionado pérdidas diarias estimadas en 3 millones de dólares para los exportadores mexicanos.
El IMEF destacó que la capacidad de respuesta ante esta emergencia sanitaria se ha visto limitada por la reducción presupuestal en el sector agropecuario.
Desde 2019, la Secretaría de Agricultura ha perdido el 38% de su presupuesto, mientras que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha sufrido un recorte del 50%.
Preocupación por el empleo
El informe de mayo del IMEF también refleja una menor expectativa de crecimiento económico: la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025 se redujo a 0.1%, frente al 0.2% previsto anteriormente.
Esta revisión a la baja se suma a un entorno laboral poco alentador, con una perspectiva de apenas 200 mil nuevos empleos para el año, y un crecimiento de sólo 43,500 plazas formales en los últimos 12 meses, según cifras del IMSS.
Aunque la inflación general ha mostrado cierta moderación, la inflación subyacente continúa elevada, lo que limita la posibilidad de que el Banco de México reduzca aún más la tasa de interés.
Según el IMEF, esta tasa cerraría el año en 7.75%, mientras que el tipo de cambio podría alcanzar los 20.80 pesos por dólar.
Con información de El Economista