Una elección competida
Irving Berlín Villafaña (*)
Este titular está preñado de futuro. Ocupará la primera plana de los periódicos del día siguiente a la elección del año que viene. Faltan, desde luego, los apellidos, pero desde ya la noticia sólo tiene dos posibilidades: o Sahuí o Vila.
Saberlo es más que un volado de águila o sol. La siguiente elección pondrá en juego circunstancias complejas tales como: a) la coexistencia de elecciones federales con las locales, b) el desgaste nacional de los partidos políticos, c) el juicio de los gobiernos salientes y la necesidad de cambio o de continuidad, d) los atributos de los candidatos en juego, e) los errores y aciertos que se cometan durante la campaña y f) la debilidad de los llamados votos duros de los partidos y la irrupción del voto cruzado.
Es un hecho que las grandes cantidades de publicidad, imagen, información y anuncios televisivos se concentrarán en la campaña presidencial. Una buena parte de sus debates, agenda e influencia bajarán a los territorios regionales y locales, como ha estado ocurriendo a la fecha.
Los tres grandes
Se prevé que los tres actores grandes, el Frente, el PRI y Morena ocupen esos espacios y sean sus errores o aciertos los que impongan la dinámica que deberá decantarse con lo que ocurra en los espacios locales.
Esos partidos, como todos, han sido cuestionados nacionalmente por diversas razones propiciando la inundación de independientes falsos y verdaderos y la intensificación de campañas de ataque por redes sociales. A veces parece que están empeñados en que gane el menos peor.
En Yucatán, Morena, PRI, y PAN tienen características propias: el PRI está menos cuestionado que nacionalmente y cuenta con una estructura funcional y cara de movilización territorial, aunque no sabemos si llegará aceitada, considerando las molestias internas que ocasionó el nombramiento de Sahuí Rivero y el obligado espaldarazo del gobernador Zapata Bello.
El PAN y los partidos de El Frente también tienen presiones sobre la marca, aunque tampoco su desgaste es tal como ocurre a nivel nacional, por lo que pienso que mantendrán sus potencialidades. Morena es una agrupación casi inexistente, pero es el aljibe de agua fresca que recibe Andrés López Obrador.
El juicio ciudadano sobre los gobiernos es otro insumo que suele tomarse en cuenta. En las recientes encuestas, el gobierno federal aparece mal calificado, aunque los gobiernos estatal y municipal están muy bien vistos. Así las cosas en este rubro, las campañas estatales y municipales serán de continuidad favoreciendo inicialmente a los candidatos del PRI y del PAN, respectivamente, mientras que la campaña nacional será claramente de ruptura, ocasionando alguna disonancia cognitiva.
El Frente a nivel nacional irá como retador y Mauricio Vila necesita una bandera de contraste fuerte que se alíe al escenario nacional.
Si comparamos someramente a los dos candidatos, me parece que Mauricio Vila Dosal tiene más recursos personales que Sahuí, aunque son igualmente conocidos, uno por su trabajo en Mérida y el otro por el reparto de subsidios y apoyos sociales.
La confianza que proyecta el hasta ahora alcalde de Mérida puede generar mayor esperanza que el abanderado priista, dependiendo de los temas y el tratamiento que desarrolle a lo largo de la campaña.
Desde luego que ambos tienen fortalezas en diferentes lugares: Vila en Mérida y Sahuí en el interior del estado, por lo que deberán trabajar primero consolidando sus territorios y después creciendo en los sitios del contrario. La imagen personal, que ahora cuenta mucho, tiene saldo a favor de Mauricio Vila.
Hay incertidumbre sobre quién ganará esta elección. Nada estará fácil. Hay elementos nuevos como el rol de las redes sociales, la disminución del conflicto como forma de polarización electoral y el voto cruzado que, según veo, seguirá aumentando como lo ha hecho en cada elección.
Los partidos pequeños y candidatos independientes añaden fuerzas al azar, dado que en la aritmética electoral pueden romper balances.
El PAN, con o sin el Frente, tiene una magnífica posibilidad de ganar la gubernatura del estado a través de Vila Dosal, que le dará el apellido al título sugerido líneas arriba. La estabilidad interna del blanquiazul es uno de los factores que ayudaría enormemente.— Mérida, Yucatán.
iberlin@prodigy.net.mx
Antropólogo y doctor en Ciencias de la Información